Encontrados 382 resultados para: siete sellos

  • El total del campamento de Dan es, según el censo, de ciento cincuenta y siete mil seiscientos hombres. Estos marcharán en retaguardia, cada uno bajo su bandera. (Números 2, 31)

  • Los varones de un mes para arriba, eran siete mil quinientos. (Números 3, 22)

  • «Di a Aarón: Cuando dispongas las lámparas, las colocarás de manera que las siete lámparas alumbren hacia la parte delantera del candelabro.» (Números 8, 2)

  • Pero Yavé le respondió a Moisés: "Si su padre la hubiera escupido en la cara, habría tenido que esconderse de vergüenza durante siete días. Que sea pues excluida del campamento por siete días, después de lo cual se reintegrará". (Números 12, 14)

  • Miriam quedó pues fuera del campamento por siete días, y mientras ella no regresara el pueblo no se movió. (Números 12, 15)

  • Subieron por el Neguev y llegaron a Hebrón, donde se encontraban Ahimán, Chechai y Talmai, de la raza de los anaquim. Hebrón había sido fundada siete años antes que la ciudad de Tanis, en Egipto. (Números 13, 22)

  • El sacerdote Eleazar untará su dedo en la sangre y rociará siete veces volviéndose hacia la entrada de la Tienda de las Citas. (Números 19, 4)

  • El que toque a un muerto, a cualquier cadáver humano, quedará impuro durante siete días. (Números 19, 11)

  • Esta es la ley cuando un hombre muera en una tienda: Quienquiera que entre en la tienda quedará impuro durante siete días igual que todo lo que hay en la tienda. (Números 19, 14)

  • El que en el campo toque a alguien que haya muerto, o huesos humanos o una tumba, quedará impuro durante siete días. (Números 19, 16)

  • Balaam le dijo a Balac: "¡Levanta aquí siete altares y prepárame siete novillos y siete chivos!" 2. Balac hizo lo que Balaam le había dicho, y Balac y Balaam sacrificaron un novillo y un chivo en cada altar. (Números 23, 1)

  • Dios se presentó a Balaam y éste le dijo: "¡Preparé siete altares y en cada altar sacrifiqué un novillo y un chivo!" (Números 23, 4)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina