Encontrados 382 resultados para: siete sellos

  • Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes tienen ustedes?» Respondieron: «Siete.» (Evangelio según San Marcos 8, 5)

  • Entonces mandó a la gente que se sentara en el suelo y, tomando los siete panes, dio gracias, los partió y empezó a darlos a sus discípulos para que los repartieran. Ellos se los sirvieron a la gente. (Evangelio según San Marcos 8, 6)

  • Todos comieron hasta saciarse, y de los pedazos que sobraron, recogieron siete cestos. (Evangelio según San Marcos 8, 8)

  • «Y cuando repartí los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántos cestos llenos de sobras recogieron?» Contestaron: «Siete». (Evangelio según San Marcos 8, 20)

  • Pues bien, había siete hermanos: el mayor se casó y murió sin tener hijos. (Evangelio según San Marcos 12, 20)

  • Y pasó lo mismo con los siete hermanos. Después de todos ellos murió también la mujer. (Evangelio según San Marcos 12, 22)

  • En el día de la resurrección, si han de resucitar, ¿de cuál de ellos será esposa? Pues los siete la tuvieron como esposa.» (Evangelio según San Marcos 12, 23)

  • Jesús, pues, resucitó en la madrugada del primer día de la semana. Se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. (Evangelio según San Marcos 16, 9)

  • Había también una profetisa muy anciana, llamada Ana, hija de Fanuel de la tribu de Aser. No había conocido a otro hombre que a su primer marido, muerto después de siete años de matrimonio. (Evangelio según San Lucas 2, 36)

  • y también algunas mujeres, a las que había curado de espíritus malos o de enfermedades: María, por sobrenombre Magdalena, de la que habían salido siete demonios; (Evangelio según San Lucas 8, 2)

  • Se va, entonces, y regresa con otros siete espíritus peores que él; entran y se quedan allí. De tal modo que la nueva condición de la persona es peor que la primera.» (Evangelio según San Lucas 11, 26)

  • Si te ofende siete veces al día y otras tantas vuelve arrepentido y te dice: "Lo siento", perdónalo.» (Evangelio según San Lucas 17, 4)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina