Encontrados 36 resultados para: sol se detuvo

  • Cuando estuvieron todas llenas, ella dijo a su hijo: «Tráeme otra vasija.» El respondió: «Ya no hay más.» Y se detuvo el aceite. (2 Reyes 4, 6)

  • Luego dijo a Guejazí, su muchacho: «Llama a la dueña de la casa.» Vino ella a la llamada y se detuvo ante Eliseo, (2 Reyes 4, 12)

  • Naamán, pues, llegó con su carro y sus caballos, y se detuvo ante la casa de Eliseo. (2 Reyes 5, 9)

  • Y añadió: «Toma las flechas.» El las tomó. Eliseo dijo al rey: «Dispara hacia el suelo.» El rey disparó tres veces y se detuvo. (2 Reyes 13, 18)

  • Menajem exigió el dinero a todos los hombres ricos e importantes de Israel, para darlo al rey de Asur: cincuenta monedas de plata cada uno. Con esto, se volvió el rey de Asur y no se detuvo allí en el país. (2 Reyes 15, 20)

  • El rey de Asur mandó desde Laquis a uno de sus generales con una numerosa tropa para que encontraran a Ezequías. Subió a Jerusalén, y se detuvo en el canal del estanque superior, que está junto al camino del Campo del Batanero. (2 Reyes 18, 17)

  • Era el octavo año del reinado de Nabucodonosor. Este los detuvo y se llevó los tesoros de la Casa de Yavé y de la casa del rey. Además destruyó todos los objetos de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, para el altar de Yavé. Así se cumplió la palabra que Yavé había dicho. (2 Reyes 24, 13)

  • Se detuvo frente al palacio real, donde se quedó, pues no podía entrar tal como andaba vestido. (Ester 4, 2)

  • Entonces surgió Finjás e intervino y el flagelo se detuvo. (Salmos 106, 30)

  • No había muerto todavía, y encendido en valor, se levantó a pesar de la sangre que perdía por todas partes, y de sus otras heridas, y atravesó corriendo la tropa. Se detuvo sobre una roca abrupta (2 Macabeos 14, 45)

  • Se detuvo en las alturas, al borde del camino, en el cruce de las carreteras. (Proverbios 8, 2)

  • ¿No fue a una orden suya que el sol se detuvo y que un día duró tanto como dos? (Sirácides (Eclesiástico) 46, 4)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina