Encontrados 25 resultados para: sucede

  • Sucede que uno resbala sin mala intención; ¿quién no ha pecado nunca con su lengua? (Sirácides (Eclesiástico) 19, 16)

  • y si por culpa de él me sucede algo malo, todos los que lo sepan desconfiarán de él. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 26)

  • Mal humor, impaciencia, reproches... es lo que sucede cuando la mujer manda al marido. (Sirácides (Eclesiástico) 25, 22)

  • Corazón apenado, cara triste y herida oculta: así sucede con la mujer malvada. Brazos caídos y rodillas vacilantes: ¡ella no hace feliz a su marido! (Sirácides (Eclesiástico) 25, 23)

  • Tal vez te diga: "Tu decisión es buena", y luego se quedará observando lo que te sucede. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 9)

  • Lo mismo sucede con el alfarero que trabaja sentado frente al torno y hace andar la rueda con sus pies; está inmerso en su faena y trata de producir más. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 29)

  • Señor, para ti la justicia, para nosotros la cara llena de vergüenza, como sucede en este día; a nosotros, a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén, a todo Israel, próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste a causa de las infidelidades que cometieron contra ti. (Daniel 9, 7)

  • ¿Se levanta del suelo una trampa antes de que haya caído algo? ¿Resuena la trompeta en una ciudad sin que se alarme toda la población? ¿Sucede alguna desgracia en un pueblo sin que venga del Señor? (Amós 3, 6)

  • También decía Jesús a la gente: «Cuando ustedes ven una nube que se levanta por el poniente, inmediatamente dicen: "Va a llover", y así sucede. (Evangelio según San Lucas 12, 54)

  • Y cuando sopla el viento sur, dicen: "Hará calor", y así sucede. (Evangelio según San Lucas 12, 55)

  • El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu.» (Evangelio según San Juan 3, 8)

  • Hermanos, quiero que sepan que, con todo lo que me sucede, el Evangelio más bien ha progresado. (Carta a los Filipenses 1, 12)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina