Encontrados 12 resultados para: tranquilidad

  • Cuando pasen el Jordán y habiten en la tierra que Yavé les da en herencia, cuando él haya asegurado todas sus fronteras y vivan con tranquilidad, (Deuteronomio 12, 10)

  • Mira que te nacerá un hijo que será hombre de paz; le concederé paz con todos sus enemigos en derredor, porque Salomón será su nombre, y durante su vida concederé paz y tranquilidad a Israel. (1 Crónicas 22, 9)

  • Edificó ciudades fuertes en Judá, porque el país estaba en paz, y no hubo guerra contra él por aquellos años; pues Yavé le había dado tranquilidad. (2 Crónicas 14, 5)

  • Por su parte, los judíos de las otras provincias también se organizaron para defender sus vidas y su tranquilidad, dando muerte a sesenta y cinco mil de sus enemigos, pero no tocaron sus bienes. (Ester 9, 16)

  • Por eso, en el futuro, trataremos con el mayor empeño de asegurar a todos nuestros súbditos la tranquilidad y el orden, (Ester 16, 8)

  • No hay para mí tranquilidad ni calma, mis tormentos no me dejan descansar.» (Job 3, 26)

  • Si escuchan ylo sirven, acabarán felices sus días, y sus años, con toda tranquilidad. (Job 36, 11)

  • El dijo: «¡Ya no triunfarás más, Hija de Sidón, muchacha que has sido violada! Levántate y márchate a Quitim, que allí tampoco tendrás tranquilidad.» (Isaías 23, 12)

  • La obra de la Justicia será la Paz y los frutos de la Justicia serán tranquilidad y seguridad para siempre. (Isaías 32, 17)

  • Así dice Yavé: «Vuelvan al punto de partida y pregunten por los viejos senderos: ¿Cuál era el camino del bien? Síganlo y encontrarán la tranquilidad.» Pero respondieron: «¡No queremos ir por ahí!» (Jeremías 6, 16)

  • ¿Conservarás tu tranquilidad, serás tan atrevida el día en que me lance contra ti? Yo Yavé hablé y lo haré. (Ezequiel 22, 14)

  • Pues antes ni los hombres recibían su salario ni los animales su alimento; nadie podía viajar de un lado a otro con tranquilidad, debido al enemigo, pues yo dejaba que cada uno se lanzara contra su prójimo. (Zacarías 8, 10)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina