Encontrados 15 resultados para: turno

  • Con los cien hombres de su bando, Gedeón llegó al campamento madianita cuando los centinelas cambiaban de turno, al comienzo de la vigilia de media noche. (Jueces 7, 19)

  • Llevaban la cebada y la paja para los caballos y mulos, al lugar donde el rey estaba, cada uno según su turno. (1 Reyes 4, 28)

  • Entonces llamó el rey al sacerdote Joyada y a los otros sacerdotes, y les dijo: «¿Por qué no han hecho las reparaciones de la Casa? De hoy en adelante no serán ustedes los que recibirán el dinero cuando estén de turno, sino que lo dejarán para las reparaciones de la Casa.» (2 Reyes 12, 8)

  • Entonces el sacerdote Joyada mandó hacer una caja con un agujero en la tapa, la colocó cerca del altar, a mano derecha de los que entraban a la Casa de Yavé, y los sacerdotes que estaban de turno en las puertas echaban en ella todo el dinero que se ofrecía en la Casa. (2 Reyes 12, 10)

  • Echaron a suertes el turno del servicio de todos, tanto del pequeño como del grande, del maestro como del discípulo. (1 Crónicas 25, 8)

  • Entre sacerdotes, levitas y gente del pueblo hemos echado a suertes la ofrenda de leña que cada familia por turno debe traer cada año a la Casa de Yavé, para mantener el fuego en el altar de Yavé, nuestro Dios, según está escrito en la Ley. (Nehemías 10, 35)

  • Cada joven debía presentarse por turno ante el rey, después de haberse preparado durante doce meses, como estaba establecido para las mujeres. En los primeros seis meses de esta preparación, las jóvenes debían usar en su tocador aceite de mirra, y en otros seis, perfumes y cremas propios de las mujeres. (Ester 2, 12)

  • Cuando le llegaba su turno, la joven podía pedir todo lo que quisiera para presentarse al rey, y pasaba de la casa de las mujeres al palacio real. (Ester 2, 13)

  • Sus hijos acostumbraban a celebrar banquetes por turno, en casa de cada uno de ellos, e invitaban también a sus tres hermanas a comer y beber con ellos. (Job 1, 4)

  • Tú los siembras, cada cual a su turno, y al amanecer despunta la hierba; (Salmos 90, 5)

  • Y todas las naciones dependerán de él, de su hijo y de su nieto, hasta que le llegue también el turno a su país; entonces los subyugarán poderosas naciones y grandes reyes. (Jeremías 27, 7)

  • Cuando le toque su turno, Babilonia debe caer por todos los muertos de Israel, así como por Babilonia murió tanta gente en el mundo entero. (Jeremías 51, 49)


“Deus ama quem segue o caminho da virtude.” São Padre Pio de Pietrelcina