Encontrados 102 resultados para: �Feliz

  • ¡Feliz, en cambio, la mujer estéril que no se ha manchado, la que no tuvo relaciones ilícitas! Ella dará frutos cuando Dios visite las almas. (Sabiduría 3, 13)

  • Feliz también el eunuco que no cometió ninguna iniquidad ni tuvo pensamientos perversos contra el Señor. Por su fidelidad se le dará una gracia especial, una herencia muy deseable en el Templo del Señor. (Sabiduría 3, 14)

  • Al obrar así, tú enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser amigo de los hombres y colmaste a tus hijos de una feliz esperanza, porque, después del pecado, das lugar al arrepentimiento. (Sabiduría 12, 19)

  • No proclames feliz a nadie antes que llegue su fin, porque sólo al final se conoce bien a un hombre. (Eclesiástico 11, 28)

  • ¡Feliz el hombre que no ha faltado con su lenguani es atormentado por el remordimiento! (Eclesiástico 14, 1)

  • ¡Feliz el que no tiene que reprocharse a sí mismo y no ve desvanecerse su esperanza! (Eclesiástico 14, 2)

  • ¡Feliz el hombre que se ocupa de la sabiduría y el que razona con inteligencia, (Eclesiástico 14, 20)

  • ¡Feliz el que vive con una esposa inteligente, el que no ha incurrido en falta con su lengua y el que no ha servido a un patrón indigno de él! (Eclesiástico 25, 8)

  • ¡Feliz el que ha encontrado la prudencia y el que la expone ante un auditorio atento! (Eclesiástico 25, 9)

  • Corazón abatido, rostro sombrío y pena del alma es una mala mujer. Manos inertes y rodillas paralizadas es la mujer que no hace feliz al marido. (Eclesiástico 25, 23)

  • ¡Feliz el marido de una buena esposa:se duplicará el número de sus días! (Eclesiástico 26, 1)

  • ¡Feliz el que está al resguardo de ella y no ha quedado expuesto a su furor, el que no ha tirado de su yugo ni ha sido atado a sus cadenas! (Eclesiástico 28, 19)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina