Encontrados 3687 resultados para: �Cómo
Hablen y actúen como quienes deben ser juzgados por una Ley que nos hace libres. (Santiago 2, 12)
¿Ves cómo la fe no estaba separada de las obras, y por las obras alcanzó su perfección? (Santiago 2, 22)
Como ven, el hombre no es justificado sólo por la fe, sino también por las obras. (Santiago 2, 24)
De la misma manera, la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, puede jactarse de hacer grandes cosas. Miren cómo una pequeña llama basta para incendiar un gran bosque. (Santiago 3, 5)
¿saben acaso qué les pasará manaña? Porque su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa. (Santiago 4, 14)
Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! (Santiago 5, 3)
Tengan paciencia, hermanos, hasta que llegue el Señor. Miren cómo el sembrador espera el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente hasta que caigan las lluvias del otoño y de la primavera. (Santiago 5, 7)
Tomen como ejemplo de fortaleza y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. (Santiago 5, 10)
Elías era un hombre como nosotros, y sin embargo, cuando oró con insistencia para que no lloviera, no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. (Santiago 5, 17)
Pedro, Apóstol de Jesucristo, saluda a los que viven como extranjeros, dispersos en el Ponto, en Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, a los que han sido elegidos (I Pedro 1, 1)
Como hijos obedientes, no procedan de acuerdo con los malos deseos que tenían antes, mientras vivían en la ignorancia. (I Pedro 1, 14)
Así como aquel que los llamó es santo, también ustedes sean santos en toda su conducta, (I Pedro 1, 15)