Encontrados 75 resultados para: �Sabes

  • Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?». Él le respondió: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis corderos». (Juan 21, 15)

  • Le volvió a decir por segunda vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le respondió: «Sí, Señor, sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas». (Juan 21, 16)

  • Le preguntó por tercera vez: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?». Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntara si lo quería, y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; sabes que te quiero». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas. (Juan 21, 17)

  • Ellos alabaron a Dios por lo que acababan de oír, pero le advirtieron: «Tú sabes, hermano, que millares de judíos han abrazado la fe, y que todos ellos son celosos cumplidores de la Ley. (Hechos 21, 20)

  • Cuando lo iban a introducir en la fortaleza, Pablo dijo al tribuno: «¿Puedo decirte una palabra?». «¿Tú sabes griego?, le preguntó el tribuno. (Hechos 21, 37)

  • Pablo respondió: «Estoy delante del tribunal del Emperador, y es aquí donde debo ser juzgado. Yo no hice ningún mal a los judíos, como tú lo sabes perfectamente. (Hechos 25, 10)

  • Después de todo, ¿qué sabes tú, que eres la esposa, si podrás o no salvar a tu marido, y tú, marido, si podrás salvar a tu mujer? (I Corintios 7, 16)

  • Si alguien te ve a ti, que sabes cómo se debe obrar, sentado a la mesa en un templo pagano, ¿no se sentirá autorizado, a causa de la debilidad de su conciencia, a comer lo que ha sido sacrificado a los ídolos? (I Corintios 8, 10)

  • Ya sabes que todos los de Asia se apartaron de mí, entre ellos Figelo y Hermógenes. (II Timoteo 1, 15)

  • Evita las cuestiones estúpidas y carentes de sentido: ya sabes que provocan serios altercados. (II Timoteo 2, 23)

  • Pero tú permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido. (II Timoteo 3, 14)

  • ya sabes que son extraviados y pecadores que se condenan a sí mismos. (Tito 3, 11)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina