Encontrados 41 resultados para: Aliados de Abías

  • y reinó tres años en Jerusalén. Su madre se llamaba Micaía, hija de Uriel, de Guibeá. Abías y Jeroboám se hicieron la guerra. (II Crónicas 13, 2)

  • Abías entró en combate con un ejército de cuatrocientos mil guerreros escogidos, y Jeroboám se alineó contra él con ochocientos mil guerreros escogidos. (II Crónicas 13, 3)

  • Abías se paró sobre el monte Semaraim, que está en la montaña de Efraím, y dijo: "¡Escuchen, Jeroboám y todo Israel! (II Crónicas 13, 4)

  • Los hombres de Judá lanzaron el grito de guerra, y mientras ellos gritaban, Dios derrotó a Jeroboám y a todo Israel delante de Abías y de Judá. (II Crónicas 13, 15)

  • Abías y su ejército les infligieron una gran derrota, y cayeron quinientos mil hombres escogidos de Israel. (II Crónicas 13, 17)

  • Abías persiguió a Jeroboám y le arrebató las ciudades de Betel, Iesaná y Efrón con sus respectivos poblados. (II Crónicas 13, 19)

  • Jeroboám ya no recuperó su poderío en los tiempos de Abías: el Señor lo hirió gravemente y él murió. (II Crónicas 13, 20)

  • Abías, por el contrario, se hizo cada vez más fuerte. Tuvo catorce mujeres, veintidós hijos y dieciséis hijas. (II Crónicas 13, 21)

  • El resto de la historia de Abías, sus obras y sus hazañas, están escritos en el Comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • Abías se fue a descansar con sus padres y lo sepultaron en la Ciudad de David. Su hijo Asá reinó en lugar de él. En tiempos de este el país gozó de paz durante diez años. (II Crónicas 13, 23)

  • Ahora bien, a nosotros que somos vasallos aliados de la casa real, nos resulta intolerable que se haga esta afrenta al rey. Por eso enviamos al rey estas informaciones, (Esdras 4, 14)

  • Mesulám, Abías, Miamín, (Nehemías 10, 8)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina