Encontrados 55 resultados para: Antíoco

  • El año ciento setenta y cuatro Antíoco partió para el país de sus padres; todas las tropas se pusieron de su parte, de manera que sólo unos pocos quedaron con Trifón. (I Macabeos 15, 10)

  • Antíoco lo persiguió y Trifón se refugió en Dora, a orillas del mar, (I Macabeos 15, 11)

  • Antíoco acampó frente a Dora con ciento veinte mil soldados de infantería y ocho mil jinetes. (I Macabeos 15, 13)

  • Mientras tanto, el rey Antíoco continuaba el sitio de Dora, acampando en los suburbios de la ciudad, lanzando incesantemente sus tropas contra ella y construyendo máquinas de guerra. Tenía bloqueado a Trifón y nadie podía entrar ni salir. (I Macabeos 15, 25)

  • Con el pretexto de desposarse con la diosa, Antíoco se presentó allí con sus Amigos, a fin de recibir inmensas riquezas a titulo de dote. (II Macabeos 1, 14)

  • Los sacerdotes del templo de Nanea habían expuesto esas riquezas con motivo de la visita que Antíoco debía hacer al recinto sagrado, acompañado de unas pocas personas. Pero apenas entró Antíoco, cerraron el templo, (II Macabeos 1, 15)

  • así como las guerras contra Antíoco Epífanes y su hijo Eupátor, (II Macabeos 2, 20)

  • Después que murió Seleuco y le sucedió en el trono Antíoco, llamado Epífanes, Jasón, hermano de Onías, usurpó fraudulentamente el sumo sacerdocio, (II Macabeos 4, 7)

  • Apolonio, hijo de Menesteo, fue enviado a Egipto con motivo de la entronización del rey Filométor. Cuando Antíoco supo que aquel se había convertido en su adversario político, se preocupó por su propia seguridad. Por eso, al pasar por Jope, se desvió hacia Jerusalén. (II Macabeos 4, 21)

  • Antíoco se entristeció profundamente y, movido a compasión, lloró recordando la prudencia y la gran moderación del difunto. (II Macabeos 4, 37)

  • Alrededor de ese tiempo, Antíoco preparaba su segunda expedición contra Egipto. (II Macabeos 5, 1)

  • Al difundirse el falso rumor de que Antíoco había muerto, Jasón lanzó un ataque imprevisto contra la ciudad con no menos de mil hombres. Como los que estaban en la muralla fueron rechazados y la ciudad al fin fue tomada, Menelao se refugió en la Acrópolis. (II Macabeos 5, 5)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina