Encontrados 340 resultados para: Desierto

  • El chivo llevará sobre sí, hacia una región inaccesible, todas las iniquidades que ellos hayan cometido; y el animal será soltado en el desierto. (Levítico 16, 22)

  • Los dispersaré entre las naciones y desenvainaré la espada detrás de ustedes. Así el país se convertirá en un desierto y sus ciudades, en ruinas. (Levítico 26, 33)

  • En el segundo año después de la salida de Egipto, el primer día del segundo mes, el Señor dijo a Moisés en el desierto del Sinaí, en la Carpa del Encuentro: (Números 1, 1)

  • Así los registró Moisés en el desierto del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado. (Números 1, 19)

  • Nadab y Abihú murieron en la presencia del Señor, cuando presentaron ante él un fuego profano, en el desierto del Sinaí. Y como no tenían hijos, los que ejercieron el sacerdocio delante de Aarón, su padre, fueron Eleazar e Itamar. (Números 3, 4)

  • El Señor dijo a Moisés en el desierto del Sinaí: (Números 3, 14)

  • En el primer mes del segundo año después de la salida de Egipto, el Señor dijo a Moisés en el desierto del Sinaí: (Números 9, 1)

  • y el día catorce del primer mes, a la hora del crepúsculo, ellos la celebraron en el desierto del Sinaí. Los israelitas lo hicieron exactamente como el Señor lo había ordenado a Moisés. (Números 9, 5)

  • y los israelitas fueron avanzando por etapas desde el desierto del Sinaí, hasta que la nube se detuvo en el desierto de Parán. (Números 10, 12)

  • "Por favor, no nos abandones, le insistió Moisés; tú sabes muy bien en qué lugar del desierto podemos acampar, y por eso nos servirás de guía. (Números 10, 31)

  • Después el pueblo salió de Jaserot y acampó en el desierto de Parán. (Números 12, 16)

  • Entonces Moisés los envió des-de el desierto de Parán, según la orden del Señor. Todos estos hombres eran jefes de los israelitas, (Números 13, 3)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina