Encontrados 79 resultados para: Escribas

  • Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. (Josué 24, 1)

  • De estos, 24.000 estaban al frente del servicio de la Casa del Señor; 6.000 eran escribas y jueces, (I Crónicas 23, 4)

  • El sacerdote Amarías tendrá autoridad sobre ustedes en todos los asuntos concernientes al Señor, y Zebadías, hijo de Ismael, príncipe de la casa de Judá, en todos los asuntos concernientes al rey. Los levitas les servirán de escribas. ¡Tengan ánimo y pónganse a trabajar! ¡Y que el Señor esté con los hombres de bien!". (II Crónicas 19, 11)

  • acompañaban a los que llevaban las cargas y dirigían a todos los obreros, cualquiera fuera su oficio. Otros levitas eran escribas, inspectores y porteros. (II Crónicas 34, 13)

  • Cuando Judas llegó al borde del torrente, ubicó a los escribas del pueblo a la orilla y les dio esta orden: "No dejen que ningún hombre quede en el campamento, sino que todos vayan al combate". (I Macabeos 5, 42)

  • Sin embargo, un grupo de escribas se reunió con Álcimo y Báquides, tratando de encontrar una solución satisfactoria. (I Macabeos 7, 12)

  • ¿Cómo ustedes se atreven a decir: "Somos sabios y la Ley del Señor está con nosotros", siendo así que la ha falsificado la pluma engañosa de los escribas? (Jeremías 8, 8)

  • Tus capitanes son como langostas, tus escribas, como un enjambre de insectos, que se posan sobre los cercos en un día de frío. Sale el sol y se escapan, (Nahún 3, 17)

  • Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. (Mateo 2, 4)

  • Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. (Mateo 5, 20)

  • porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas. (Mateo 7, 29)

  • Algunos escribas pensaron: «Este hombre blasfema». (Mateo 9, 3)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina