Encontrados 35 resultados para: Espanto

  • y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las grietas de los peñascos, lejos del Terror del Señor y del esplendor de su majestad, cuando él se levante para llenar la tierra de espanto. (Isaías 2, 21)

  • Se llenan de espanto, dolores y convulsiones los invaden, se retuercen como una parturienta, se miran unos a otros con estupor, sus rostros están encendidos como llamas. (Isaías 13, 8)

  • ¡Al atardecer, sobreviene el espanto, antes del amanecer, ya no existen más! Esta es la parte de los que nos despojan y la suerte de los que nos saquean. (Isaías 17, 14)

  • La tierra de Judá será el espanto de Egipto: cada vez que se la mencione, Egipto temblará a causa del designio que el Señor ha proyectado contra él. (Isaías 19, 17)

  • Sí, todos sus devotos quedarán avergonzados, porque esos artífices no son más que hombres. ¡Que se reúnan todos y comparezcan! ¡Sentirán espanto y confusión a la vez! (Isaías 44, 11)

  • Se esperaba la paz, ¡y no hay nada bueno...! el tiempo de la curación, ¡y sobrevino el espanto! (Jeremías 8, 15)

  • ¿Has rechazado del todo a Judá? ¿Estás disgustado con Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Se esperaba la paz, ¡y no hay nada bueno...! el tiempo de la curación, ¡y sobrevino el espanto! (Jeremías 14, 19)

  • Haré de ellos el espanto de todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por todo lo que él hizo en Jerusalén. (Jeremías 15, 4)

  • ¡Cómo ha quedado deshecho! ¡Giman! ¡Con qué vergüenza Moab ha vuelto la espalda! Moab se ha convertido en la risa y el espanto de sus vecinos. (Jeremías 48, 39)

  • Todos los príncipes del mar bajarán de sus tronos, se quitarán sus mantos y se despojarán de sus vestiduras bordadas. Estremecidos de espanto, se sentarán en el suelo, temblarán sin cesar y quedarán consternados por ti. (Ezequiel 26, 16)

  • Haré que seas un objeto de espanto, y no existirás más. Te buscarán, y no te encontrarán jamás -oráculo del Señor-. (Ezequiel 26, 21)

  • Los mercaderes de los pueblos silban a causa de ti; te has convertido en un motivo de espanto y no existirás nunca más". (Ezequiel 27, 36)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina