Encontrados 66 resultados para: Gat

  • Inmediatamente, los hombres de Israel y de Judá lanzaron el grito de guerra y persiguieron a los filisteos hasta la entrada de Gat y hasta las puertas de Ecrón. Muchos filisteos cayeron heridos de muerte por el camino de Dos Puertas, hasta Gat y Ecrón. (I Samuel 17, 52)

  • Ese mismo día, David partió y huyó lejos de Saúl, y llegó adonde estaba Aquís, rey de Gat. (I Samuel 21, 11)

  • David se tomó muy a pecho esas palabras y tuvo miedo de Aquís, rey de Gat. (I Samuel 21, 13)

  • Luego David, con los seiscientos hombres que lo acompañaban, cruzó la frontera y se presentó a Aquís, hijo de Maóc, rey de Gat. (I Samuel 27, 2)

  • David y sus hombres se quedaron con Aquís, en Gat, cada uno con su familia, y David, con sus dos mujeres: Ajinóam, de Izreel, y Abigail, la esposa de Nabal, el de Carmel. (I Samuel 27, 3)

  • David no dejaba que ningún hombre ni mujer fuera llevado con vida a Gat, porque decía: "No vaya a ser que nos denuncien, diciendo lo que ha hecho David". Este fue su modo de proceder todo el tiempo que estuvo en la región de los filisteos. (I Samuel 27, 11)

  • ¡No lo anuncien en Gat, no lo publiquen por las calles de Ascalón; que no se alegren las hijas de los filisteos, ni lo celebren las hijas de los incircuncisos! (II Samuel 1, 20)

  • Y no quiso trasladar el Arca del Señor a su casa, a la Ciudad de David, sino que mandó que la llevaran a la casa de Obededóm de Gat. (II Samuel 6, 10)

  • El Arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obededóm de Gat, y el Señor bendijo a Obededóm y a toda su familia. (II Samuel 6, 11)

  • Todos sus servidores marchaban a su lado, mientras que los quereteos, los peleteos y los de Gat -los seiscientos hombres que lo habían seguido desde Gat- desfilaban delante de él. (II Samuel 15, 18)

  • El rey dijo a Itai, el de Gat: "¿Por qué vienes tú también con nosotros? Vuelve y quédate con el otro rey, ya que eres extranjero y, además de eso, un exiliado de tu patria. (II Samuel 15, 19)

  • Entonces David dijo a Itai: "Está bien, sigue adelante". Así pasó Itai, el de Gat, con todos los hombres y los niños que estaban con él. (II Samuel 15, 22)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina