Encontrados 28 resultados para: Generosidad

  • y para hacer los objetos de oro y plata y todas las obras de orfebrería. ¿Quién de ustedes esta dispuesto a ofrecer sus dones al Señor con la misma generosidad?". (I Crónicas 29, 5)

  • Mucha gente, cuanto más frecuentes son los honores que reciben de la extrema generosidad de sus bienhechores, tanto más se dejan llevar por el orgullo. Y no sólo tratan de perjudicar a nuestros súbditos, sino que también, no pudiendo soportar su descontento, conspiran contra sus mismos bienhechores. (Ester 16, 3)

  • Ahora bien, Amán, hijo de Hamdatá, un macedonio -en todo extraño a la sangre de los persas y desprovisto por completo de nuestra generosidad- después de ser recibido entre nosotros como huésped, (Ester 16, 10)

  • El impío pide prestado y no devuelve, el justo, en cambio, da con generosidad; (Salmos 37, 21)

  • él presta siempre con generosidad y su descendencia será bendecida. (Salmos 37, 26)

  • En su casa habrá abundancia y riqueza, su generosidad permanecerá para siempre. (Salmos 112, 3)

  • Él da abundantemente a los pobres: su generosidad permanecerá para siempre, y alzará su frente con dignidad. (Salmos 112, 9)

  • Que les dé a todos ustedes un corazón dispuesto a adorarlo y a cumplir su voluntad con magnanimidad y generosidad. (II Macabeos 1, 3)

  • Así dejaré a los jóvenes un noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las venerables y santas leyes". Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio. (II Macabeos 6, 28)

  • De este modo, Eleazar deja al morir, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera, su propia muerte como ejemplo de generosidad y como recuerdo de virtud. (II Macabeos 6, 31)

  • Cuando quedó totalmente mutilado, aunque aún estaba con vida, mandó que lo acercaran al fuego y lo arrojaran a la sartén. Mientras el humo de la sartén se extendía por todas partes, los otros hermanos y la madre se animaban mutuamente a morir con generosidad, diciendo : (II Macabeos 7, 5)

  • Por eso también entonces, transformándose completamente, ella estaba al servicio de tu generosidad, que a todos alimenta, de acuerdo con el deseo de los que te suplicaban. (Sabiduría 16, 25)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina