Encontrados 54 resultados para: Hablaba

  • Dios les hablaba desde la columna de nube; ellos observaban sus mandamientos y los preceptos que les había dado. (Salmos 99, 7)

  • Onías recibió al embajador con todos los honores, y aceptó la carta que hablaba claramente de pacto y amistad. (I Macabeos 12, 8)

  • como el aspecto del arco que aparece en las nubes los días de lluvia, así era la claridad que lo rodeaba. Este era el aspecto, la semejanza de la gloria del Señor. Al verla, caí con el rostro en tierra y oí una voz que hablaba. (Ezequiel 1, 28)

  • Cuando me habló, un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie, y yo escuché al que me hablaba. (Ezequiel 2, 2)

  • Y oí que alguien me hablaba desde la Casa, mientras el hombre permanecía de pie junto a mí. (Ezequiel 43, 6)

  • Yo observaba los cuernos, y vi otro cuerno, pequeño, que se elevaba entre ellos. Tres de los cuernos anteriores fueron arrancados delante de él, y sobre este cuerno había unos ojos como de hombre y una boca que hablaba con insolencia. (Daniel 7, 8)

  • y también acerca de los diez cuernos de su cabeza, y del otro cuerno que se había elevado y ante el cual habían caído tres; es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con insolencia, y que parecía más grande que los otros. (Daniel 7, 20)

  • Entonces oí a un Santo que hablaba, y otro Santo dijo al que hablaba: "¿Hasta cuándo se verá el sacrificio perpetuo suprimido, la iniquidad desoladora instalada, el Lugar santo y el Ejército pisoteados?". (Daniel 8, 13)

  • Mientras él me hablaba, yo caí en trance con el rostro en tierra. Él me tocó y me hizo poner de pie en el lugar donde estaba. (Daniel 8, 18)

  • Yo hablaba todavía, orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentando mi súplica delante del Señor, mi Dios, en favor de la Montaña santa de mi Dios; (Daniel 9, 20)

  • yo hablaba todavía en oración, cuando Gabriel, ese hombre al que había visto al comienzo en la visión, se acercó a mí en rápido vuelo, a la hora de la oblación de la tarde. (Daniel 9, 21)

  • Luego me dijo: "No temas, hombre predilecto. ¡La paz esté contigo! ¡Sé fuerte y valeroso!". Mientras él me hablaba, recobré las fuerzas y le dije: "Que hable mi Señor, ya que me has fortalecido". (Daniel 10, 19)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina