Encontrados 52 resultados para: Hermosa
Pero así como se han cumplido todas las admirables promesas que les hizo el Señor, su Dios, también él atraerá sobre ustedes todas las amenazas, hasta exterminarlos de esta hermosa tierra que les dio el Señor, su Dios. (Josué 23, 15)
Si quebrantan la alianza del Señor, su Dios, la que él les impuso, y van a servir a otros dioses y a postrarse delante de ellos, la ira del Señor arderá contra ustedes, y desaparecerán muy pronto de la hermosa tierra que él les dio". (Josué 23, 16)
diciendo: "Pensé que ya no la querías y se la di a tu compañero. Quédate en cambio con su hermana menor, que es más hermosa". (Jueces 15, 2)
Una tarde, después que se levantó de la siesta, David se puso a caminar por la azotea del palacio real, y desde allí vio a una mujer que se estaba bañando. La mujer era muy hermosa. (II Samuel 11, 2)
Un tiempo después, sucedió lo siguiente. Absalón, hijo de David, tenía una hermana muy hermosa, llamada Tamar, y Amnón, hijo de David, se enamoró de ella. (II Samuel 13, 1)
A Absalón le nacieron tres hijos y una hija, llamada Tamar, que era muy hermosa. (II Samuel 14, 27)
Entonces buscaron por todo el territorio de Israel una joven hermosa; encontraron a Abisag, la sunamita, y se la llevaron al rey. (I Reyes 1, 3)
La joven, que era muy hermosa, cuidaba al rey y estaba a su servicio. Pero el rey no se unió a ella. (I Reyes 1, 4)
Y ahora, a la vista de todo Israel, que es la asamblea del Señor, y delante de nuestro Dios que nos escucha, yo les digo: ‘Cumplan y observen todos los mandamientos del Señor, nuestro Dios, para que puedan poseer esta hermosa tierra y puedan dejarla como herencia a sus hijos después de ustedes para siempre’. (I Crónicas 28, 8)
Ella es su única hija. Por ser tú el pariente más cercano, tienes más derecho sobre ella que todos los demás, y es justo que recibas la herencia de su padre. Es una joven seria, decidida y muy hermosa, y su padre es una persona honrada". (Tobías 6, 12)
Era muy hermosa y de aspecto sumamente agradable. Su esposo Manasés le había dejado oro y plata, servidores y servidoras, ganados y campos, y ella había quedado como dueña de todo. (Judit 8, 7)
que trajeran a su presencia a la reina Vasti, luciendo la diadema real, para mostrar su belleza a la gente y a los príncipes, porque ella era muy hermosa. (Ester 1, 11)