Encontrados 54 resultados para: Jinetes

  • Así perecieron veinte mil quinientos soldados y seiscientos jinetes. (II Macabeos 10, 31)

  • Él no tenía en cuenta para nada el poder de Dios, porque estaba engreído con sus regimientos de infantería, sus millares de jinetes y sus ochenta elefantes. (II Macabeos 11, 4)

  • Y lanzándose como leones contra los enemigos, derribaron a once mil soldados y a mil seiscientos jinetes, y a todos los demás los obligaron a huir. (II Macabeos 11, 11)

  • Cuando estaba a dos kilómetros de allí, en una expedición contra Timoteo, lo atacaron unos árabes: eran no menos de cinco mil de a pie y quinientos jinetes. (II Macabeos 12, 10)

  • Luego el Macabeo distribuyó su ejército en batallones; puso al frente a aquellos dos capitanes y se dirigió contra Timoteo, que había reunido ciento veinte mil soldados y dos mil quinientos jinetes. (II Macabeos 12, 20)

  • Este salió a atacarlos con tres mil soldados y cuatrocientos jinetes, (II Macabeos 12, 33)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y encargado de los asuntos de Estado. Ambos conducían un ejército griego de ciento diez mil soldados, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y trescientos carros armados de cuchillas. (II Macabeos 13, 2)

  • Si ve gente a caballo, parejas de jinetes, hombres montados en asnos, hombres montados en camellos, que preste atención, mucha atención". (Isaías 21, 7)

  • ¡Miren, llegan hombres montados, parejas de jinetes!". Luego retoma la palabra y dice: "¡Ha caído, ha caído Babilonia, y todas las estatuas de sus dioses se han hecho añicos contra el suelo!". (Isaías 21, 9)

  • Tus valles más hermosos se llenaron de carros de guerra, los jinetes se apostaron a la Puerta (Isaías 22, 7)

  • ¡Ay de los que bajan a Egipto para pedir ayuda, y buscan apoyo en los caballos! Ellos confían en los carros, porque son numerosos, y en los jinetes, porque son muy fuertes, pero no miran al Santo de Israel ni consultan al Señor. (Isaías 31, 1)

  • ¡Ensillen los caballos y que monten los jinetes! ¡Formen con los cascos puestos, bruñan las lanzas, vistan las corazas! (Jeremías 46, 4)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina