Encontrados 165 resultados para: Llenó
Por eso ahora, Señor santo, lleno de toda santidad, preserva para siempre de toda profanación esta Casa recién purificada". (II Macabeos 14, 36)
Estando aún con vida, lleno de ardor, se incorporó sangrando copiosamente, y a pesar de sus graves heridas, pasó corriendo por entre las tropas y se paró sobre una roca escarpada. (II Macabeos 14, 45)
De pronto, le sale al paso esa mujer, con aire de prostituta y el corazón lleno de astucia: (Proverbios 7, 10)
En el crimen del malvado hay una trampa, pero el justo corre lleno de alegría. (Proverbios 29, 6)
Dulce es el sueño del trabajador, sea que coma poco o mucho; al rico, en cambio, el estómago lleno no lo deja dormir. (Eclesiastés 5, 11)
Pero queda todavía un resto que no sirve para nada, un tronco retorcido y lleno de nudos: él lo toma, lo esculpe para llenar sus ratos de ocio, lo talla con habilidad en sus momentos libres, y le da forma humana (Sabiduría 13, 13)
Ante esto, el Exterminador retrocedió lleno de temor, ya que bastaba con una sola prueba de tu ira. (Sabiduría 18, 25)
No te exaltes a ti mismo, no sea que caigas y atraigas sobre ti el deshonor: el Señor revelará tus secretos y te humillará en medio de la asamblea, por no haberte acercado al temor del Señor y porque tu corazón está lleno de falsedad. (Eclesiástico 1, 30)
Otro es débil, necesitado de ayuda, falto de fuerza y lleno de privaciones; pero el Señor lo mira con bondad y lo levanta de su humillación; (Eclesiástico 11, 12)
Hay un malvado que va encorvado por la tristeza, pero su interior está lleno de falsedad: (Eclesiástico 19, 26)
El que jura constantemente está lleno de iniquidad y el flagelo no se apartará de su casa. Si falta a su juramento, incurre en pecado; si lo menosprecia, peca doblemente; si juró en vano, no tendrá justificación y su casa se llenará de desgracias. (Eclesiástico 23, 11)
una pasión encendida como el fuego ardiente no se extinguirá hasta quedar consumida; un hombre lleno de lujuria en su cuerpo carnal no cesará hasta que el fuego lo abrase; para el lujurioso toda comida es dulce, y no se calmará hasta que haya muerto. (Eclesiástico 23, 17)