Encontrados 677 resultados para: Manos

  • Ellos clamaron al Señor, diciendo: ‘Hemos pecado, porque abandonamos al Señor y servimos a los Baales y a las Astartés. ¡Líbranos ahora de las manos de nuestros enemigos, y te serviremos!’. (I Samuel 12, 10)

  • Pero si nos dicen: ‘¡Suban!’, entonces subiremos, porque el Señor los entrega en nuestras manos. Esta será la contraseña". (I Samuel 14, 10)

  • Luego, dirigiéndose a Jonatán y a su escudero, los hombres de la guarnición dijeron: "¡Suban, y les haremos saber una cosa!". Jonatán dijo a su escudero: "Sube detrás de mí, porque el Señor los ha entregado en manos de Israel". (I Samuel 14, 12)

  • Jonatán trepó valiéndose de las manos y los pies, seguido de su escudero. Y a medida que los filisteos caían bajo los golpes de Jonatán, su escudero, que iba detrás, acababa con ellos. (I Samuel 14, 13)

  • Entonces Saúl interrogó a Dios: "¿Debo bajar a perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?". Pero Dios no le respondió nada aquel día. (I Samuel 14, 37)

  • Entonces David dejó las cosas que traía en manos del encargado del equipaje, corrió hacia las filas y fue a saludar a sus hermanos. (I Samuel 17, 22)

  • Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; yo te derrotaré, te cortaré la cabeza, y daré tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo a los pájaros del cielo y a los animales del campo. Así toda la tierra sabrá que hay un Dios para Israel. (I Samuel 17, 46)

  • Y toda esta asamblea reconocerá que el Señor da la victoria sin espada ni lanza. Porque esta es una guerra del Señor, y él los entregará en nuestras manos". (I Samuel 17, 47)

  • porque pensó: "Se la daré para tenerlo atrapado, y así caerá en manos de los filisteos". Entonces Saúl dijo a David por segunda vez: "Hoy vas a ser mi yerno". (I Samuel 18, 21)

  • Saúl les dijo: "Háblenle así a David: ‘Como único precio a cambio de su hija, el rey quiere cien prepucios de filisteos, para vengarse de sus enemigos’". De esta manera, Saúl pensaba lograr que David cayera en manos de los filisteos. (I Samuel 18, 25)

  • David interrogó de nuevo al Señor, y el Señor le respondió, diciendo: "Baja ya mismo a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos". (I Samuel 23, 4)

  • Y cuando informaron a Saúl que David había entrado en Queilá, pensó: "Dios lo ha entregado en mis manos. Porque él mismo se ha cortado la retirada, metiéndose en una ciudad con puertas y cerrojos". (I Samuel 23, 7)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina