Encontrados 41 resultados para: Mensaje

  • Después enviaron a su padre la túnica de mangas largas, junto con este mensaje: "Hemos encontrado esto. Fíjate bien si es la túnica de tu hijo, o no". (Génesis 37, 32)

  • Por eso le enviaron este mensaje: "Antes de morir, tu padre dejó esta orden: (Génesis 50, 16)

  • Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: "Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas: (Exodo 19, 3)

  • Los ancianos de Moab y de Madián partieron, llevando la retribución para el adivino. Cuando se presentaron a Balaam y le transmitieron el mensaje de Balac, (Números 22, 7)

  • Balaam respondió a Dios: "Balac, hijo de Sipor, rey de Moab, me envió este mensaje: (Números 22, 10)

  • Entonces Adonisedec, rey de Jerusalén, hizo llegar a Hohán, rey de Hebrón, a Pirán, rey de Iarmut, a Iafia, rey de Laquís, y a Debir, rey de Eglón, el siguiente mensaje: (Josué 10, 3)

  • Tomó una yunta de bueyes, los despedazó y envió los pedazos por todo el territorio de Israel, con este mensaje: "Así serán tratados los bueyes del que no salga a combatir detrás de Saúl". El terror del Señor invadió al pueblo, y todos se pusieron en marcha como un solo hombre. (I Samuel 11, 7)

  • Al llegar a Siquelag, David envió parte del botín a los ancianos de Judá y a sus amigos, con este mensaje: "Ahí tienen un obsequio del botín arrebatado a los enemigos del Señor". Se lo envió (I Samuel 30, 26)

  • La mujer quedó embarazada y envió a David este mensaje: "Estoy embarazada". (II Samuel 11, 5)

  • Absalón replicó a Joab: "Yo te mandé a decir que vinieras, a fin de enviarte al rey con este mensaje: ‘¿Para qué he vuelto de Guesur? ¡Más me valdría estar todavía allí! Ahora quiero comparecer ante el rey, y si tengo alguna culpa, que me haga morir’". (II Samuel 14, 32)

  • Luego Jirám mandó decir a Salomón: "He recibido tu mensaje. En lo que a mí respecta, haré todo lo que deseas, enviando madera de cedro y de ciprés. (I Reyes 5, 22)

  • Entonces Asá recogió toda la plata y el oro que aún quedaban en los tesoros de la Casa del Señor y en los de la casa del rey, y se los confió a sus servidores, a los que envió luego a Ben Hadad, hijo de Tabrimón, hijo de Jezión, rey de Arám, que residía en Damasco, con el siguiente mensaje: (I Reyes 15, 18)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina