Encontrados 43 resultados para: Mispá

  • Los hombres de Israel habían pronunciado este juramento en Mispá: "Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a un benjaminita". (Jueces 21, 1)

  • Luego los israelitas dijeron: "¿Cuál entre todas las tribus de Israel no ha subido a la asamblea delante del Señor?". Porque contra el que no se presentara ante el Señor en Mispá, se había pronunciado este juramento solemne: "Morirá irremediablemente". (Jueces 21, 5)

  • Por eso preguntaron: "¿Hay alguna entre las tribus de Israel que no ha subido a presentarse ante el Señor en Mispá?". Y resultó que ningún hombre de Iabés de Galaad había venido al campamento para la asamblea. (Jueces 21, 8)

  • Luego dijo Samuel: "Reúnan a todo Israel en Mispá, y yo rogaré al Señor por ustedes". (I Samuel 7, 5)

  • Ellos se reunieron en Mispá, sacaron agua y la derramaron delante del Señor; allí ayunaron aquel día, y dijeron: "¡Hemos pecado contra el Señor!". Y Samuel juzgó a los israelitas en Mispá. (I Samuel 7, 6)

  • Los filisteos oyeron que los israelitas se habían reunido en Mispá, y sus príncipes subieron contra Israel. Al enterarse, los israelitas tuvieron miedo de los filisteos (I Samuel 7, 7)

  • Los hombres de Israel salieron de Mispá, persiguieron a los filisteos y los derrotaron hasta más abajo de Betcar. (I Samuel 7, 11)

  • Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mispá y El Diente, y la llamó Eben Ezer -que significa "Piedra del socorro"- porque dijo: "Hasta aquí nos ha socorrido el Señor". (I Samuel 7, 12)

  • Cada año hacía un recorrido por Betel, Guilgal y Mispá, y juzgaba a Israel en todos esos sitios. (I Samuel 7, 16)

  • Samuel convocó a todo el pueblo delante del Señor en Mispá, (I Samuel 10, 17)

  • El rey Asá convocó luego a todos los habitantes de Judá, sin excepción, y se llevaron las piedras y la madera con que Basá estaba fortificando Ramá. Con ellas, el rey Asá fortificó Gueba de Benjamín y Mispá. (I Reyes 15, 22)

  • Todos los jefes de las tropas, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia había nombrado gobernador a Godolías, y se presentaron ante él en Mispá: eran Ismael, hijo de Natanías, Iojanán, hijo de Caréaj, Seraías, hijo de Tanjumet, el netofita, y Iazanías, hijo del maacatita, junto con sus hombres. (II Reyes 25, 23)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina