Encontrados 277 resultados para: Rostro

  • Y ya no les ocultaré más mi rostro, porque habré derramado mi espíritu sobre la casa de Israel -oráculo del Señor-. (Ezequiel 39, 29)

  • un rostro de hombre vuelto hacia la palmera de un lado, y un rostro de león vuelto hacia la palmera del otro lado. Estaban grabados en toda la pared de la Casa: (Ezequiel 41, 19)

  • Esta visión era como la que yo había visto cuando el Señor vino a destruir la ciudad, y como la que había visto junto al río Quebar. Entonces caí con el rostro en tierra. (Ezequiel 43, 3)

  • Luego me llevó por la puerta septentrional hacia la fachada de la Casa. Yo miré, y vi que la gloria del Señor llenaba la Casa del Señor. Entonces caí con el rostro en tierra. (Ezequiel 44, 4)

  • Pero este dijo a Daniel: "Yo temo a mi señor el rey, que les ha asignado la comida y la bebida; si él llega a ver el rostro de ustedes más demacrado que el de los jóvenes de su misma edad, ustedes harían peligrar mi cabeza delante del rey". (Daniel 1, 10)

  • Entonces el rey Nabucodonosor cayó con el rostro en tierra, se postró delante de Daniel y ordenó que le ofrecieran oblaciones y perfumes de aroma agradable. (Daniel 2, 46)

  • Nabucodonosor se llenó de furor y la expresión de su rostro se alteró frente a Sadrac, Mesac y Abed Negó. El rey tomó la palabra y ordenó activar el horno siete veces más de lo habitual. (Daniel 3, 19)

  • Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. (Daniel 3, 41)

  • Él llegó hasta donde yo estaba, y cuando llegó, sentí un gran temor y caí sobre mi rostro. Él me dijo: "Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del Fin". (Daniel 8, 17)

  • Mientras él me hablaba, yo caí en trance con el rostro en tierra. Él me tocó y me hizo poner de pie en el lugar donde estaba. (Daniel 8, 18)

  • Yo volví mi rostro hacia el Señor Dios para obtener una respuesta, con oraciones y súplicas, mediante el ayuno, el cilicio y las cenizas. (Daniel 9, 3)

  • ¡A ti, Señor, la justicia! A nosotros, en cambio, la vergüenza reflejada en el rostro, como les sucede en este día a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos, en todos los países adonde tú los expulsaste, a causa de la infidelidad que cometieron contra ti. (Daniel 9, 7)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina