Encontrados 38 resultados para: Sagradas

  • si alguien toca algo de eso, será impuro hasta la tarde y no comerá de las cosas sagradas sin lavarse antes con agua. (Levítico 22, 6)

  • Al ponerse el sol quedará puro, y entonces podrá comer de las cosas sagradas, porque son su alimento. (Levítico 22, 7)

  • Ningún extraño podrá comer de las cosas sagradas, ni tampoco lo harán el huésped o el jornalero de un sacerdote. (Levítico 22, 10)

  • Pero si un sacerdote adquiere con su dinero un esclavo, este podrá comer de las cosas sagradas; y también los esclavos nacidos en su casa podrán comer de su pan. (Levítico 22, 11)

  • Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no es sacerdote, ella no podrá comer de las ofrendas sagradas. (Levítico 22, 12)

  • Derribó las casas de las prostitutas sagradas que había en la Casa del Señor, y donde las mujeres tejían mantos para Aserá. (II Reyes 23, 7)

  • Estaban a las órdenes de los hijos de Aarón, para el servicio de la Casa del Señor, teniendo a su cargo los atrios y las habitaciones, la purificación de todas las cosas sagradas y la obra del servicio de la Casa de Dios. (I Crónicas 23, 28)

  • Los levitas, sus hermanos, que estaban encargados de los tesoros de la Casa de Dios y de los depósitos de las cosas sagradas, eran los siguientes: (I Crónicas 26, 20)

  • Selomit y sus hermanos estaban al frente de los tesoros de las ofrendas sagradas que habían sido dedicadas por el rey David, por los jefes de familias, por los jefes de mil y de cien hombres, y por otros oficiales del ejército. (I Crónicas 26, 26)

  • Y lo que habían consagrado el vidente Samuel, Saúl, hijo de Quis, Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Seruiá, en una palabra, todas las cosas sagradas estaban bajo la custodia de Selomit y sus hermanos. (I Crónicas 26, 28)

  • Le entregó también el diseño de todo lo que había proyectado para los atrios de la Casa del Señor, para las habitaciones de alrededor, para los tesoros de la Casa de Dios, para los depósitos de las cosas sagradas, (I Crónicas 28, 12)

  • y el gobernador les prohibió comer de las ofrendas sagradas, hasta que un sacerdote consultara a Dios por medio del Urím y el Tumín. (Esdras 2, 63)


“Deus é servido apenas quando é servido de acordo com a Sua vontade.” São Padre Pio de Pietrelcina