Encontrados 14 resultados para: Ungirás

  • Así vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos. Luego los ungirás, los investirás y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio. (Exodo 28, 41)

  • Tomarás después el óleo de la unción, lo derramarás sobre su cabeza y lo ungirás con él. (Exodo 29, 7)

  • Cada uno de esos días ofrecerás un novillo como sacrificio de expiación por el pecado; lo ofrecerás sobre el altar para expiar por él y lo ungirás para consagrarlo. (Exodo 29, 36)

  • También ungirás a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio. (Exodo 30, 30)

  • Luego tomarás el óleo de la unción y ungirás la Morada y todo lo que ella contiene. Así la consagrarás con todo su mobiliario y será una cosa sagrada. (Exodo 40, 9)

  • Ungirás asimismo el altar de los holocaustos con todos sus utensilios. Así consagrarás el altar, y este será una cosa santísima. (Exodo 40, 10)

  • También ungirás la fuente y su base, para que queden consagradas. (Exodo 40, 11)

  • Luego revestirás a Aarón con las vestiduras sagradas, lo ungirás y lo consagrarás para que sea mi sacerdote. (Exodo 40, 13)

  • y los ungirás como ungiste a su padre, a fin de que ejerzan mi sacerdocio. Esto se hará a fin de que la unción les confiera el sacerdocio para siempre, a lo largo de las generaciones. (Exodo 40, 15)

  • "Mañana, a la misma hora, te enviaré a un hombre del país de Benjamín; tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí". (I Samuel 9, 16)

  • Invitarás a Jesé al sacrificio, y yo te indicaré lo que debes hacer: tú me ungirás al que yo te diga". (I Samuel 16, 3)

  • El Señor le dijo: "Vuelve por el mismo camino, hacia el desierto de Damasco. Cuando llegues, ungirás a Jazael como rey de Arám. (I Reyes 19, 15)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina