Encontrados 25 resultados para: acabar
Judas resolvió acabar con ellos y convocó a todo el ejército para sitiarlos. (I Macabeos 6, 19)
Luego Trifón envió tropas y caballería a Galilea y a la Gran Llanura para acabar con todos los partidarios de Jonatán. (I Macabeos 12, 49)
Este designó inmediatamente a Nicanor, hijo de Patroclo, uno de sus principales Amigos, y lo envió al frente de no menos de veinte mil hombres de todas las naciones para acabar con toda la población de Judea. A su lado puso a Gorgias, general experimentado en la estrategia militar. (II Macabeos 8, 9)
Lo mismo pasa con el artesano y el constructor, que trabajan día y noche; con los que graban las efigies de los sellos y modifican pacientemente los diseños: ellos se dedican a reproducir el modelo y trabajan hasta tarde para acabar la obra. (Eclesiástico 38, 27)
Lo mismo pasa con el herrero, sentado junto al yunque, con la atención fija en el hierro que forja: el vaho del fuego derrite su carne y él se debate con el calor de la fragua; el ruido del martillo ensordece sus oídos y sus ojos están fijos en el modelo del objeto; pone todo su empeño en acabar sus obras y se desvela por dejarlas bien terminadas. (Eclesiástico 38, 28)
con su brazo modela la arcilla y con los pies vence su resistencia; pone todo su empeño en acabar el barnizado y se desvela por limpiar el horno. (Eclesiástico 38, 30)
¿Por qué salí del vientre materno para no ver más que pena y aflicción, y acabar mis días avergonzado? (Jeremías 20, 18)
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. (Mateo 12, 14)
«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios». (Marcos 1, 24)
Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar la forma de acabar con él. (Marcos 3, 6)
«¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios». (Lucas 4, 34)
No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo vean se rían de él, diciendo: (Lucas 14, 29)