Encontrados 245 resultados para: acción de gracias

  • Sin duda, tu acción de gracias es excelente, pero eso no sirve de edificación para el otro. (I Corintios 14, 17)

  • Yo doy gracias a Dios porque tengo el don de lenguas más que todos ustedes. (I Corintios 14, 18)

  • ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo! (I Corintios 15, 57)

  • Ustedes también nos ayudarán con su oración, y de esa manera, siendo muchos los que interceden por nosotros, también serán muchos los que darán gracias por el beneficio recibido. (II Corintios 1, 11)

  • Demos gracias a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo, y por intermedio nuestro propaga en todas partes la fragancia de su conocimiento. (II Corintios 2, 14)

  • Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu. (II Corintios 3, 18)

  • Todo esto es por ustedes: para que al abundar la gracia, abunde también el número de los que participan en la acción de gracias para gloria de Dios. (II Corintios 4, 15)

  • Doy gracias a Dios, porque ha puesto en el corazón de Tito la misma solicitud que yo tengo por ustedes. (II Corintios 8, 16)

  • Así, serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios. (II Corintios 9, 11)

  • Porque este servicio sagrado, no sólo satisface las necesidades de los santos, sino que también es una fuente abundante de acciones de gracias a Dios. (II Corintios 9, 12)

  • ¡Demos gracias a Dios por su don inefable! (II Corintios 9, 15)

  • Nosotros no nos gloriamos más allá de lo que corresponde, aprovechándonos de los trabajos ajenos. Al contrario, abrigamos la esperanza de que, al crecer la fe de ustedes, se amplíe nuestro campo de acción, siempre de acuerdo con nuestra norma de conducta. (II Corintios 10, 15)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina