Encontrados 244 resultados para: animales impuros
De entre los animales que viven en el agua, les estará permitido comer todos aquellos que tengan aletas y escamas. (Deuteronomio 14, 9)
Pero no podrán comer los que no tengan aletas ni escamas: a éstos deberán considerarlos impuros. (Deuteronomio 14, 10)
También deberán considerar impuros a todos los insectos con alas, (Deuteronomio 14, 19)
Tus cadáveres serán pasto de todas las aves del cielo y de todos los animales de la tierra, y no habrá nadie que los espante. (Deuteronomio 28, 26)
Sansón se fue y cazó trescientos chacales; luego tomó unas antorchas, ató a los animales por la cola, de dos en dos, y les colgó una antorcha entre las colas. (Jueces 15, 4)
Pero Saúl y el pueblo perdonaron la vida a Agag y a lo mejor del ganado mayor y menor, a los animales cebados, a los corderos y a todo lo que había de bueno, y no quisieron consagrarlos al exterminio. Exterminaron, en cambio, todo lo que era despreciable y sin valor. (I Samuel 15, 9)
Luego le dijo: "Ven aquí, y daré tu carne a los pájaros del cielo y a los animales del campo". (I Samuel 17, 44)
Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; yo te derrotaré, te cortaré la cabeza, y daré tu cadáver y los cadáveres del ejército filisteo a los pájaros del cielo y a los animales del campo. Así toda la tierra sabrá que hay un Dios para Israel. (I Samuel 17, 46)
¿Voy a tomar mi pan, mi agua y los animales que maté para mis esquiladores, y se los voy a dar a gente que ni siquiera sé de dónde viene?". (I Samuel 25, 11)
En cuanto a la cebada y al forraje para los caballos y los animales de tiro, lo llevaban al lugar donde se encontraba el rey, cada uno según la consigna recibida. (I Reyes 5, 8)
El rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edóm se pusieron en campaña; pero después de siete días de marcha, faltó el agua para la tropa y para los animales de carga que iban detrás. (II Reyes 3, 9)
Después, los sacerdotes penetraron en el interior de la Casa del Señor para purificarla, y sacaron al atrio todos los objetos impuros que encontraron en el Templo del Señor: allí los recogían los levitas y los arrojaban al torrente del Cedrón. (II Crónicas 29, 16)