Encontrados 396 resultados para: bajó

  • Tomaré al resto de Judá que se empeñó en entrar en Egipto para residir allí, y todos desaparecerán completamente en el país de Egipto: caerán bajo la espada, desaparecerán completamente por el hambre desde el más pequeño al más grande, morirán por la espada y el hambre, y se convertirán en imprecación, devastación, maldición e ignominia. (Jeremías 44, 12)

  • Palabra que el profeta Jeremías dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando él, bajo el dictado de Jeremías, escribía estas palabras en un rollo, en el cuarto año de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá: (Jeremías 45, 1)

  • ¡Huyan, vuelvan la espalda, escóndanse bajo tierra, habitantes de Dedán, porque yo atraigo la ruina sobre Esaú, es el momento de dar cuenta! (Jeremías 49, 8)

  • Huyan, emigren rápidamente, escóndanse bajo tierra, habitantes de Jasor -oráculo del Señor- porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha tramado un plan contra ustedes, ha urdido contra ustedes un proyecto. (Jeremías 49, 30)

  • Alisten naciones contra ella, al rey de Media, a sus gobernadores y a todos sus prefectos, a toda la tierra bajo su dominio. (Jeremías 51, 28)

  • La ciudad estuvo bajo el asedio hasta el año undécimo del rey Sedecías. (Jeremías 52, 5)

  • En las calles están tendidos el niño y el anciano; mis vírgenes y mis jóvenes cayeron bajo la espada; tú has sembrado la muerte en el día de tu ira, has degollado sin piedad. (Lamentaciones 2, 21)

  • Yo soy el hombre que ha soportado la miseria bajo la vara de su furor. (Lamentaciones 3, 1)

  • Cuando se aplasta bajo los pies a todos los prisioneros de un país; (Lamentaciones 3, 34)

  • Los jóvenes arrastraron la piedra de moler, los niños se doblaron bajo el peso de la leña. (Lamentaciones 5, 13)

  • Nunca se hizo bajo el cielo nada semejante a lo que él hizo en Jerusalén, conforme a lo que está escrito en la Ley de Moisés, (Baruc 2, 2)

  • Porque Dios mostrará tu resplandor a todo lo que existe bajo el cielo. (Baruc 5, 3)


“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina