Encontrados 273 resultados para: canto nuevo

  • David dirigió al Señor las palabras de este canto, cuando el Señor lo libró de todos sus enemigos y de la mano de Saúl. (II Samuel 22, 1)

  • escucha tú desde el cielo: perdona el pecado de tu pueblo Israel y tráelo de nuevo a la tierra que diste a sus padres. (I Reyes 8, 34)

  • En cierta ocasión, Jeroboám salió de Jerusalén y lo encontró en el camino el profeta Ajías, de Silo; este iba cubierto con un manto nuevo, y los dos estaban solos en el campo. (I Reyes 11, 29)

  • Él miró y vio que había a su cabecera una galleta cocida sobre piedras calientes y un jarro de agua. Comió, bebió y se acostó de nuevo. (I Reyes 19, 6)

  • Eliseo dijo: "Tráiganme un plato nuevo y pongan en él un poco de sal". Cuando se lo trajeron, (II Reyes 2, 20)

  • En cuanto al altar de bronce que estaba delante del Señor, lo retiró del frente de la Casa, del lugar que ocupaba entre el nuevo altar y la Casa del Señor, y lo puso al lado del nuevo altar, hacia el norte. (II Reyes 16, 14)

  • hasta que venga yo y los lleve a un país como el de ustedes, un país de trigo y vino nuevo, un país de pan y viñedos, un país de olivares, de aceite fresco y de miel; así ustedes vivirán y no morirán. Pero no escuchen a Ezequías, porque él los seduce, diciendo: "El Señor nos librará". (II Reyes 18, 32)

  • Él había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, al recibir la noticia de que Tirjacá, rey de Cus, se había puesto en campaña para combatirlo. Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías para decirle: (II Reyes 19, 9)

  • Los sobrevivientes de la casa de Judá, los que todavía queden, echarán de nuevo raíces por debajo, y producirán frutos por arriba. (II Reyes 19, 30)

  • El sacerdote Jilquías, Ajicám, Acbor, Safán y Asaías fueron a ver a la profetisa Julda, esposa de Salúm, hijo de Ticvá, hijo de Jarcás, el encargado del vestuario. Ella habitaba en Jerusalén, en el barrio nuevo. Y cuando terminaron de hablar, (II Reyes 22, 14)

  • Estos son los cantores que puso David para dirigir el canto en la Casa del Señor, desde que el Arca descansó en ella. (I Crónicas 6, 16)

  • Pusieron el Arca de Dios sobre un carro nuevo y la llevaron desde la casa de Abinadab. Uzá y Ajió conducían el carro, (I Crónicas 13, 7)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina