Encontrados 1862 resultados para: casa de Saúl

  • Entonces partió llevando consigo a Sipora, la esposa de Moisés -que este había hecho regresar a su casa- (Exodo 18, 2)

  • Moisés subió a encontrarse con Dios. El Señor lo llamó desde la montaña y le dijo: "Habla en estos términos a la casa de Jacob y anuncia este mensaje a los israelitas: (Exodo 19, 3)

  • No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca. (Exodo 20, 17)

  • su dueño lo presentará delante de Dios, lo acercará a la puerta de su casa o al poste de la puerta, y le perforará la oreja con una lezna. Así el esclavo quedará a su servicio para siempre. (Exodo 21, 6)

  • Si el ladrón, sorprendido en el momento de forzar una casa, es herido de muerte, no hay delito de homicidio. (Exodo 22, 1)

  • Si un hombre entrega a otro en depósito dinero o algún objeto, y alguien los roba de la casa de este último, el ladrón, si es descubierto, restituirá el doble. (Exodo 22, 6)

  • Si no se logra descubrir al ladrón, el dueño de la casa se presentará ante Dios para atestiguar que no ha puesto su mano sobre los bienes del otro. (Exodo 22, 7)

  • Llevarás a la Casa del Señor, tu Dios, lo mejor de los primeros frutos de tu suelo. No harás cocer un cabrito en la leche de su madre. (Exodo 23, 19)

  • Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, lo mejor de los primeros frutos de tu suelo. No harás cocer un cabrito en la leche de su madre. (Exodo 34, 26)

  • el dueño de la casa irá a decir al sacerdote: "He visto en mi casa algo así como lepra". (Levítico 14, 35)

  • Antes de entrar a examinar las manchas, el sacerdote ordenará que la desocupen, para que nada de lo que hay en ella se vuelva impuro. Luego entrará a examinar la casa, (Levítico 14, 36)

  • el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y la mantendrá clausurada durante siete días. (Levítico 14, 38)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina