Encontrados 58 resultados para: comenzaron

  • El primer día del primer mes comenzaron la purificación, y al octavo día llegaron al Vestíbulo del Santuario. Emplearon otros ocho días en purificar la Casa del Señor, de manera que la purificación quedó concluida el día dieciséis del primer mes. (II Crónicas 29, 17)

  • Ezequías ordenó que se ofreciera el holocausto sobre el altar. En el momento de comenzar el holocausto, comenzaron también los cantos del Señor y sonaron las trompetas acompañadas por los instrumentos de David, rey de Israel. (II Crónicas 29, 27)

  • Comenzaron a hacer los montones en el tercer mes, y en el séptimo ya habían terminado. (II Crónicas 31, 7)

  • El segundo año de su llegada al Templo de Dios en Jerusalén, en el segundo mes, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Josadac, con el resto de sus hermanos, los sacerdotes, los levitas y todos los que habían vuelto del exilio a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a algunos levitas mayores de veinte años para que dirigieran los trabajos de la Casa del Señor. (Esdras 3, 8)

  • Entonces el profeta Ageo y el profeta Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a profetizar a los judíos de Judea y de Jerusalén, en nombre del Dios de Israel que velaba sobre ellos. (Esdras 5, 1)

  • Pero los repatriados hicieron como se había propuesto. El sacerdote Esdras eligió un jefe de familia por cada grupo, designándolos personalmente a cada uno. El primer día del décimo mes, comenzaron las sesiones para examinar las causas; (Esdras 10, 16)

  • Luego dijo a su mujer que hiciera una hornada de pan, y él fue al establo, tomó dos bueyes y cuatro carneros, mandó cocinarlos y comenzaron los preparativos. (Tobías 8, 19)

  • y las cisternas comenzaron a secarse, de manera que nadie podía beber lo indispensable para cada día porque el agua se les distribuía racionada. (Judit 7, 21)

  • Así Judas y sus hermanos comenzaron a ser temidos, y el pánico se extendió por las naciones vecinas. (I Macabeos 3, 25)

  • Quemaron incienso sobre el altar, y encendieron las lámparas del candelabro que comenzaron a brillar en el Templo. (I Macabeos 4, 50)

  • y decidieron acabar con los descendientes de Jacob que vivían entre ellos. Por eso comenzaron a matar y exterminar a mucha gente del pueblo. (I Macabeos 5, 2)

  • Cuando la gente vio que los judíos dominaban completamente la ciudad, se desanimaron y comenzaron a suplicar al rey: (I Macabeos 11, 49)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina