Encontrados 108 resultados para: conducta

  • Porque es fácil para el Señor, en el día de la muerte, retribuir a cada hombre según su conducta. (Eclesiástico 11, 26)

  • No incurras en falta, enmienda tu conducta y purifica tu corazón de todo pecado. (Eclesiástico 38, 10)

  • ¿Cómo puedes decir: "No me he contaminado, no he ido detrás de los Baales"? Mira tu conducta en el Valle, reconoce lo que has hecho. ¡Camella veloz, que va de un lado para otro! (Jeremías 2, 23)

  • Tu conducta y tus acciones te han acarreado todo esto. Ahí está tu mal: ¡Qué amargo es! ¡Cómo te llega al corazón! (Jeremías 4, 18)

  • Yo te constituí examinador de mi pueblo, para que conozcas y examines su conducta. (Jeremías 6, 27)

  • Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Enmienden su conducta y sus acciones, y yo haré que ustedes habiten en este lugar. (Jeremías 7, 3)

  • Pero si ustedes enmiendan realmente su conducta y sus acciones, si de veras se hacen justicia unos a otros, (Jeremías 7, 5)

  • ¿Qué viene a hacer mi amada en mi Casa? Su conducta no es más que doblez. ¿Acaso los votos y la carne consagrada alejarán de ti la desgracia? Entonces sí podrías alegrarte. (Jeremías 11, 15)

  • Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino las entrañas, para dar a cada uno según su conducta, según el fruto de sus acciones. (Jeremías 17, 10)

  • Y ahora, habla en estos términos a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: Así habla el Señor: Miren que yo fabrico contra ustedes una desgracia y medito contra ustedes un proyecto. Vuelvan de su mal camino, enmienden su conducta y sus acciones. (Jeremías 18, 11)

  • Porque también a ellas las someterán naciones poderosas y grandes reyes, y yo les retribuiré según su conducta y según la obra de sus manos. (Jeremías 25, 14)

  • Y ahora, enmienden su conducta y sus acciones, y escuchen la voz del Señor, su Dios, y el Señor se arrepentirá del mal con que los ha amenazado. (Jeremías 26, 13)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina