Encontrados 93 resultados para: confianza
Algunos de ellos serán apostados en las principales fortalezas del rey y otros ocuparán cargos de confianza en el reino. Sus jefes y oficiales serán elegidos entre ellos y todos podrán vivir conforme a sus leyes, tal como lo ha dispuesto el rey para el país de Judá. (I Macabeos 10, 37)
Y no se podía defraudar a los que habían depositado su confianza en la santidad de ese Lugar y en la inviolable majestad de aquel Templo venerado en todo el mundo. (II Macabeos 3, 12)
Por eso Menelao, en conversaciones secretas con Andrónico, lo instigaba a matar a Onías. Entonces Andrónico se presentó ante Onías, y se ganó astutamente su confianza, estrechándole la mano derecha con un juramento. Así lo persuadió a que saliera de su refugio -aun sin disipar toda sospecha- y lo mató inmediatamente, conculcando toda justicia. (II Macabeos 4, 34)
Así murió el último de los jóvenes, de una manera irreprochable y con entera confianza en el Señor. (II Macabeos 7, 40)
No es que desespere de mi salud: al contrario, tengo mucha confianza de que podré recuperarme de mi enfermedad. (II Macabeos 9, 22)
Al despuntar el alba, los dos bandos se lanzaron al combate. Unos tenían como prenda de éxito y de victoria, además de su valor, su confianza en el Señor; los otros combatían impulsados sólo por su arrojo. (II Macabeos 10, 28)
Les envío además a Menelao para que les infunda confianza. (II Macabeos 11, 32)
Por el contrario, el Macabeo mantenía una confianza inalterable, esperando recibir la ayuda del Señor. (II Macabeos 15, 7)
De esa manera, armó a cada uno de ellos, no tanto con la seguridad que dan los escudos y las lanzas, cuanto con la confianza que infunden las palabras de aliento. Además les expuso un sueño totalmente fidedigno, que los alegró a todos. (II Macabeos 15, 11)
Cuando muere el malvado, se desvanece toda esperanza y se esfuma la confianza puesta en las riquezas. (Proverbios 11, 7)
Para que pongas tu confianza en el Señor, hoy te voy a instruir también a ti. (Proverbios 22, 19)
y como ellos ponen su confianza en ídolos sin vida, no esperan ningún daño de sus falsos juramentos. (Sabiduría 14, 29)