Encontrados 467 resultados para: diez carros de bronce

  • Los utensilios para el servicio litúrgico de la Morada, lo mismo que sus estacas y las del atrio serán también de bronce. (Exodo 27, 19)

  • Harás una fuente de bronce, con su base también de bronce, para las abluciones. La pondrás entre la Carpa del Encuentro y el altar, y la llenarás de agua, (Exodo 30, 18)

  • tanto para idear proyectos y realizarlos en oro, plata o bronce, (Exodo 31, 4)

  • Moisés estuvo allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Y escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez Mandamientos. (Exodo 34, 28)

  • Reserven una parte de sus bienes para presentarlos como ofrenda al Señor. Todo el que se sienta impulsado a hacerlo, ofrecerá al Señor: oro, plata y bronce; (Exodo 35, 5)

  • el altar de los holocaustos con su enrejado de bronce, sus andas y todos sus enseres; la fuente para las abluciones con su base; (Exodo 35, 16)

  • Los que podían aportar objetos de plata y bronce, los llevaban al Señor como ofrenda; y los que poseían madera de acacia utilizable para la ejecución del trabajo, también la traían. (Exodo 35, 24)

  • tanto para idear proyectos, como para trabajar el oro, la plata y el bronce, (Exodo 35, 32)

  • Los artesanos más expertos hicieron la Morada con diez cortinados de lino fino reforzado, de púrpura violeta y escarlata y de carmesí, y con figuras de querubines bordadas artísticamente. (Exodo 36, 8)

  • y forjaron cincuenta ganchos de bronce: así unieron la carpa, de manera que formara un todo. (Exodo 36, 18)

  • y la sostuvieron con cinco columnas provistas de cinco ganchos. Luego revistieron de oro los capiteles y las varillas de las columnas, y las apoyaron sobre cinco bases de bronce. (Exodo 36, 38)

  • En sus cuatro ángulos, y formando una sola pieza con él, le hizo unos cuernos, y después lo recubrió de bronce. (Exodo 38, 2)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina