Encontrados 224 resultados para: diez plagas

  • Cuando Jonatán escuchó el mensaje de Apolonio, se turbó profundamente. Entonces eligió a diez mil hombres y salió de Jerusalén. Su hermano Simón se unió a él para ayudarlo. (I Macabeos 10, 74)

  • Mientras tanto, Judas, llamado el Macabeo, formó un grupo de unos diez hombres y se retiró al desierto. Allí vivía entre las montañas con sus compañeros, como las fieras salvajes, sin comer nada más que hierbas, para no incurrir en ninguna impureza. (II Macabeos 5, 27)

  • Dositeo y Sosípatro, capitanes de Macabeo, avanzaron contra la fortaleza y mataron a los hombres que Timoteo había dejado en ella: eran más de diez mil. (II Macabeos 12, 19)

  • Partiendo de allí, avanzaron contra Escitópolis, que dista de Jerusalén unos ciento diez kilómetros. (II Macabeos 12, 29)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y encargado de los asuntos de Estado. Ambos conducían un ejército griego de ciento diez mil soldados, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y trescientos carros armados de cuchillas. (II Macabeos 13, 2)

  • La sabiduría hace más fuerte al sabio que diez magistrados de una ciudad. (Eclesiastés 7, 19)

  • La Amada: Mi amado es apuesto y sonrosado, se distingue entre diez mil. (Cantar 5, 10)

  • durante diez meses tomé consistencia en su sangre, gracias al semen paterno y al placer que va acompañado del sueño. (Sabiduría 7, 2)

  • Lo que él teme son los ojos de los hombres, y no sabe que los ojos del Señor son diez mil veces más luminosos que el sol, que observan todos los caminos de los hombres y penetran en los rincones más ocultos. (Eclesiástico 23, 19)

  • Esta es la sentencia del Señor para todo ser viviente: ¿por qué oponerse a la voluntad del Altísimo? Aunque vivas diez, cien o mil años, en el Abismo no te echarán en cara lo que hayas vivido. (Eclesiástico 41, 4)

  • Por eso, lo glorificaron por los diez mil, y lo alabaron por las bendiciones del Señor, ofreciéndole una diadema de gloria. (Eclesiástico 47, 6)

  • Porque diez yugadas de viña no darán más que un tonel, y diez medidas de semilla producirán una sola. (Isaías 5, 10)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina