Encontrados 827 resultados para: dioses de Egipto

  • El Faraón se resistirá a escucharlos, pero yo descargaré mi mano sobre Egipto, y haré salir de allí a los israelitas -mi ejército y mi pueblo- infligiendo severos y justos castigos. (Exodo 7, 4)

  • Y cuando extienda mi mano sobre Egipto para hacer salir de allí a los israelitas, los egipcios tendrán que reconocer que yo soy el Señor". (Exodo 7, 5)

  • El Faraón, a su vez, convocó a los sabios y hechiceros; y los magos de Egipto, valiéndose de sus artes secretas, hicieron otro tanto. (Exodo 7, 11)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Toma tu bastón y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto -sobre sus ríos y sus canales, sus pantanos y todos sus depósitos de agua- y que estas se conviertan en sangre a lo largo de todo Egipto, incluso las que están en recipientes de madera y de piedra’". (Exodo 7, 19)

  • Los peces del Nilo murieron, y el río dio un olor tan pestilente, que los egipcios ya no pudieron beber sus aguas. Entonces hubo sangre en todo el territorio de Egipto. (Exodo 7, 21)

  • Luego el Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Extiende tu mano y tu bastón sobre los ríos, los canales y los pantanos, para que las ranas invadan el territorio de Egipto’". (Exodo 8, 1)

  • Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron hasta cubrir el país. (Exodo 8, 2)

  • Pero los magos de Egipto, valiéndose de sus artes secretas, hicieron otro tanto y atrajeron una invasión de ranas sobre el territorio de Egipto. (Exodo 8, 3)

  • El Señor dijo a Moisés: "Da esta orden a Aarón: ‘Extiende tu bastón y golpea el polvo del suelo, para que se transforme en mosquitos a lo largo de todo Egipto’". (Exodo 8, 12)

  • Así lo hizo el Señor, y una gran cantidad de tábanos se precipitó sobre el palacio del Faraón y sobre las casas de sus servidores; y todo el territorio de Egipto fue devastado por los tábanos. (Exodo 8, 20)

  • Pero el Señor hará una distinción entre el ganado de Israel y el de Egipto, de manera que no morirá ni uno solo de los animales que pertenecen a Israel’". (Exodo 9, 4)

  • En efecto, al día siguiente el Señor cumplió su palabra y entonces murió todo el ganado de Egipto. A los israelitas, en cambio, no se les murió ni un solo animal. (Exodo 9, 6)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina