Encontrados 197 resultados para: doce espías

  • También le dijimos que éramos doce hermanos, pero que uno ya no vivía, y que nuestro hermano menor estaba en ese momento en Canaán, al lado de nuestro padre. (Génesis 42, 32)

  • Luego tráiganme a su hermano menor, y así sabré que ustedes no son espías sino personas honradas. Entonces les devolveré a su hermano y podrán recorrer libremente el país’". (Génesis 42, 34)

  • Todas estas eran las tribus de Israel -doce en total- y esto es lo que su padre dijo de ellas cuando las bendijo, dándole a cada una su bendición. (Génesis 49, 28)

  • Después llegaron a Elím, un lugar donde había doce fuentes y setenta palmeras, y allí establecieron su campamento, a orilla de las aguas. (Exodo 15, 27)

  • Moisés consignó por escrito las palabras del Señor, y a la mañana siguiente, bien temprano, levantó un altar al pie de la montaña y erigió doce piedras en representación de las doce tribus de Israel. (Exodo 24, 4)

  • Las piedras serán doce en total, como los nombres de los hijos de Israel, y cada una llevará grabado el nombre de una de las doce tribus, como se graban los sellos. (Exodo 28, 21)

  • Las piedras eran doce en total, como los nombres de los hijos de Israel, y cada una llevaba grabado el nombre de una de las doce tribus, como se graban los sellos. (Exodo 39, 14)

  • Prepara además doce tortas de harina de la mejor calidad, empleando dos décimas partes de una medida para cada una. (Levítico 24, 5)

  • Estos fueron los registrados por Moisés y Aarón, y por los jefes de Israel, que eran doce, uno por cada casa paterna. (Números 1, 44)

  • a presentar sus ofrendas delante del Señor, a saber, seis carros de carga y doce bueyes, un carro cada dos jefes y un buey por cada uno. Al presentarlos ante la Morada, (Números 7, 3)

  • Esta fue la ofrenda de los jefes de Israel para la dedicación del altar, el día en que fue ungido: doce fuentes de plata, doce tazones de plata y doce navetas de oro. (Números 7, 84)

  • Las doce navetas de oro llenas de incienso -a razón de diez siclos del Santuario por naveta- sumaban en total ciento veinte siclos. (Números 7, 86)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina