Encontrados 118 resultados para: escuchen

  • Lamec dijo a sus mujeres: "¡Adá y Silá, escuchen mi voz: mujeres de Lamec, oigan mi palabra! Yo maté a un hombre por una herida, y a un muchacho por una contusión. (Génesis 4, 23)

  • Reúnanse y escuchen, hijos de Jacob, oigan a Israel, su padre. (Génesis 49, 2)

  • y el Señor les dijo: "Escuchen bien mis palabras: Cuando aparece entre ustedes un profeta, yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño. (Números 12, 6)

  • Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés les dijo: "¡Escuchen, rebeldes! ¿Podemos hacer que brote agua de esta roca para ustedes?". (Números 20, 10)

  • Al mismo tiempo, di esta orden a los jueces: "Escuchen a sus hermanos y hagan justicia, cuando tengan un pleito entre ellos o con un extranjero. (Deuteronomio 1, 16)

  • No sean parciales en los juicios: escuchen a los humildes lo mismo que a los poderosos. No se dejen intimidar por nadie, porque el juicio pertenece a Dios. Y cuando se les presente un caso demasiado difícil, diríjanse a mí, para que yo lo resuelva". (Deuteronomio 1, 17)

  • Sigan al Señor, su Dios. Témanlo y observen sus mandamientos, escuchen su voz, sírvanlo y sean fieles a él. (Deuteronomio 13, 5)

  • Josué dijo a los israelitas: "Acérquense y escuchen las palabras del Señor, su Dios". (Josué 3, 9)

  • ¡Escuchen, reyes! ¡Presten oído, príncipes! Yo voy a cantar, voy a cantar al Señor, celebraré al Señor, el Dios de Israel. (Jueces 5, 3)

  • ¡Escuchen a los arqueros junto a los pozos de agua! Allí se narran los actos de justicia del Señor, las gestas de su dominio en Israel, cuando el pueblo del Señor bajó a las Puertas. (Jueces 5, 11)

  • Saúl dijo a sus servidores: "¡Escuchen, benjaminitas! ¿Acaso el hijo de Jesé también les dará a todos ustedes campos y viñas, y los hará a todos jefes de mil y de cien hombres, (I Samuel 22, 7)

  • una mujer sagaz gritó desde la ciudad: "¡Escuchen, escuchen! Díganle por favor a Joab que se acerque aquí, para que yo le hable". (II Samuel 20, 16)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina