Encontrados 284 resultados para: falso profeta

  • y por medio del profeta Natán, mandó ponerle el sobrenombre de Iedidiá -que significa "Amado del Señor"- conforme a la palabra del Señor. (II Samuel 12, 25)

  • A la mañana siguiente, cuando David se levantó, la palabra del Señor había llegado al profeta Gad, el vidente de David, en estos términos: (II Samuel 24, 11)

  • En cambio, el sacerdote Sadoc, Benaías, hijo de Iehoiadá, el profeta Natán, Samei, Reí y el cuerpo de los valientes de David no estaban de su parte. (I Reyes 1, 8)

  • pero no invitó al profeta Natán, a Benaías, al cuerpo de los valientes de David, ni a su hermano Salomón. (I Reyes 1, 10)

  • Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán. (I Reyes 1, 22)

  • Le anunciaron al rey: "Está aquí el profeta Natán". Él se presentó al rey y se postró delante de él con el rostro en tierra. (I Reyes 1, 23)

  • El rey David dijo: "Llámenme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, hijo de Iehoiadá". Ellos se presentaron ante el rey, (I Reyes 1, 32)

  • Allí, el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungirán rey de Israel; ustedes sonarán la trompeta y lo aclamarán: ¡Viva el rey Salomón! (I Reyes 1, 34)

  • El sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaías, hijo de Iehoiadá, los quereteos y los peleteos bajaron, montaron a Salomón en la mula del rey David y lo llevaron a Guijón. (I Reyes 1, 38)

  • El rey envió con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, a Benaías, hijo de Iehoiadá, a los quereteos y a los peleteos, y ellos lo hicieron montar en la mula del rey. (I Reyes 1, 44)

  • Luego el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo ungieron rey en Guijón. De allí todos volvieron a subir muy contentos, y la ciudad está alborotada. Ese es el ruido que ustedes han oído. (I Reyes 1, 45)

  • En cierta ocasión, Jeroboám salió de Jerusalén y lo encontró en el camino el profeta Ajías, de Silo; este iba cubierto con un manto nuevo, y los dos estaban solos en el campo. (I Reyes 11, 29)


“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina