Encontrados 746 resultados para: faraón de Egipto

  • y al ser abandonado, la hija del Faraón lo recogióy lo crió como a su propio hijo. (Hechos 7, 21)

  • Yo he visto la opresión de mi Pueblo que está en Egipto, he oído sus gritos de dolor, y por eso he venido a librarlos. Ahora prepárate, porque he decidido enviarte a Egipto". (Hechos 7, 34)

  • Él los liberó, obrando milagros y signos en Egipto, en el Mar Rojo y en el desierto, durante cuarenta años. (Hechos 7, 36)

  • Pero nuestros padres no sólo se negaron a obedecerle, sino que lo rechazaron y, sintiendo una gran nostalgia por Egipto, (Hechos 7, 39)

  • dijeron a Aarón: "Fabrícanos dioses que vayan al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a ese Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto". (Hechos 7, 40)

  • El Dios de este Pueblo, el Dios de Israel, eligió a nuestros padres y los convirtió en un gran Pueblo, cuando todavía vivían como extranjeros en Egipto. Luego, con el poder de su brazo, los hizo salir de allí (Hechos 13, 17)

  • Porque la Escritura dice al Faraón: Precisamente para eso te he exaltado, para que en ti se manifieste mi poder y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra. (Romanos 9, 17)

  • ¿quiénes son los que se rebelaron después de haberlo escuchado? ¿No son todos aquellos que salieron de Egipto conducidos por Moisés? (Hebreos 3, 16)

  • no como aquella que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ya que ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, yo me despreocupé de ellos -dice el Señor-. (Hebreos 8, 9)

  • Y por la fe, Moisés, siendo ya grande, renunció a ser llamado hijo de la hija del Faraón. (Hebreos 11, 24)

  • consideraba que compartir el oprobio del Mesíasera una riqueza superior a los tesoros de Egipto, porque tenía puestos los ojos en la verdadera recompensa. (Hebreos 11, 26)

  • Por la fe, Moisés huyó de Egipto, sin temer la furia del rey, y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. (Hebreos 11, 27)


“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina