Encontrados 23 resultados para: furia

  • al que golpeaba con saña a los pueblos, dando golpes incesantes, al que dominaba con furia a las naciones, persiguiendo sin tregua. (Isaías 14, 6)

  • ¿Olvidas acaso al Señor, que te hizo, que extendió el cielo y fundó la tierra? ¿Temblarás sin cesar, todo el día, ante la furia del opresor, cuando se dispone a destruir? Pero ¿dónde está la furia del opresor? (Isaías 51, 13)

  • En cuanto a ti, profetiza contra ellos todas estas palabras. Tú les dirás: El Señor ruge desde lo alto, desde su santa morada alza su voz; ruge con furia contra su redil, lanza un grito como los que pisan la uva contra todos los habitantes de la tierra. (Jeremías 25, 30)

  • Entonces derramé mi furia contra ellos, los exterminé con el fuego de mi furor e hice recaer sobre sus cabezas su mala conducta -oráculo del Señor-. (Ezequiel 22, 31)

  • Lo vi avanzar hacia el carnero, hecho una furia contra él; lo golpeó y le quebró sus dos cuernos, y el carnero no tuvo fuerza para resistir ante él: lo arrojó por tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder. (Daniel 8, 7)

  • y lleno de furia mandó arrestar a los sacerdotes, con sus mujeres y sus hijos. Ellos le mostraron entonces la puerta secreta por donde entraban para consumir lo que estaba sobre la mesa. (Daniel 14, 21)

  • Luego, levantaron a Jonás, lo arrojaron al mar, y en seguida se aplacó la furia del mar. (Jonás 1, 15)

  • ¿Quién se mantendrá de pie ante su furor? ¿Quién resistirá al ardor de su ira? Het Su furia se derrama como fuego, y las rocas se parten ante él. (Nahún 1, 6)

  • Los carros avanzan con furia en campo abierto y se precipitan sobre las plazas; su aspecto es como de antorchas, corren de aquí para allá como relámpagos. (Nahún 2, 5)

  • Con furia recorres la tierra, con ira pisoteas las naciones. (Habacuc 3, 12)

  • Por la fe, Moisés huyó de Egipto, sin temer la furia del rey, y se mantuvo firme como si estuviera viendo al Invisible. (Hebreos 11, 27)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina