Encontrados 1223 resultados para: guerra de david

  • En efecto, refiriéndose a él, dijo David: Veía sin cesar al Señor delante de mí, porque él está a mi derecha para que yo no vacile. (Hechos 2, 25)

  • Hermanos, permítanme decirles con toda franqueza que el patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba se conserva entre nosotros hasta el día de hoy. (Hechos 2, 29)

  • Porque no es David el que subió a los cielos; al contrario, él mismo afirma: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, (Hechos 2, 34)

  • tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos? (Hechos 4, 25)

  • Nuestros padres recibieron como herencia esta Morada y, bajo la guía de Josué, la introdujeron en el país conquistado a los pueblos que Dios iba expulsando a su paso. Así fue hasta el tiempo de David. (Hechos 7, 45)

  • David, que gozó del favor de Dios, le pidió la gracia de construir una Morada parael Dios de Jacob. (Hechos 7, 46)

  • Y cuando Dios desechó a Saúl, les suscitó como rey a David, de quien dio este testimonio: He encontrado en David, el hijo de Jesé, a un hombre conforme a mi corazón que cumplirá siempre mi voluntad. (Hechos 13, 22)

  • De la descendencia de David, como lo había prometido, Dios hizo surgir para Israel un Salvador, que es Jesús. (Hechos 13, 23)

  • Que Dios lo ha resucitado de entre los muertos y que no habrá de someterse a la corrupción, es lo que el mismo Dios ha declarado diciendo: Cumpliré las santas promesas hechas a David, aquellas que no pueden fallar. (Hechos 13, 34)

  • Sin embargo, David, después de haber cumplido la voluntad de Dios en su tiempo, murió, fue a reunirse con sus padres y sufrió la corrupción. (Hechos 13, 36)

  • Después de esto, yo volveré y levantaré la choza derruida de David; restauraré sus ruinas y la reconstruiré, (Hechos 15, 16)

  • acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, (Romanos 1, 3)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina