Encontrados 60 resultados para: historia de Abner

  • Joab, por su parte, dejó de perseguir a Abner y reunió toda la tropa. Entre los servidores de David faltaban diecinueve hombres, además de Asael. (II Samuel 2, 30)

  • Los servidores de David, en cambio, habían matado a trescientos sesenta entre los benjaminitas y los hombres de Abner. (II Samuel 2, 31)

  • Mientras duraba la guerra entre la casa de Saúl y la de David, Abner afianzaba su posición en la casa de Saúl. (II Samuel 3, 6)

  • Saúl había tenido una concubina llamada Rispá, hija de Aiá. E Isbaal dijo a Abner: "¿Por qué te has unido a la concubina de mi padre?". (II Samuel 3, 7)

  • Abner se enfureció por las palabras de Isbaal y replicó: "¿Acaso yo soy un perro, de esos de Judá? Hasta hoy he procedido lealmente con la casa de tu padre Saúl, con sus hermanos y amigos, y no te dejé caer en manos de David. ¡Y ahora tú me recriminas a causa de esa mujer! (II Samuel 3, 8)

  • Isbaal no fue capaz de responder a Abner ni una sola palabra, porque le tenía miedo. (II Samuel 3, 11)

  • Entonces Abner envió unos mensajeros, para que dijeran a David en nombre suyo: "¿De quién va a ser el país?". Y también: "Sella conmigo un pacto, y yo cooperaré contigo para que todo Israel se ponga de tu parte". (II Samuel 3, 12)

  • Su marido la acompañó y fue llorando detrás de ella hasta Bajurím. Pero Abner le dijo: "¡Vamos, vuélvete!". Y él se volvió. (II Samuel 3, 16)

  • Mientras tanto, Abner se había entrevistado con los ancianos de Israel, diciendo: "Ya hace tiempo que ustedes quieren a David como rey. (II Samuel 3, 17)

  • Abner habló también a los hombres de Benjamín, y luego fue a comunicarle personalmente a David, en Hebrón, lo que habían acordado Israel y toda la casa de Benjamín. (II Samuel 3, 19)

  • Abner, acompañado de veinte hombres, se presentó a David en Hebrón, y este les ofreció un banquete. (II Samuel 3, 20)

  • Abner dijo a David: "Ahora mismo iré a reunir a todo Israel ante el rey, mi señor. Ellos harán un pacto contigo, y tú reinarás conforme a tus deseos". David despidió a Abner, y él se fue en paz. (II Samuel 3, 21)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina