Encontrados 3955 resultados para: juicio de Dios
Porque se han infiltrado entre ustedes ciertos hombres, cuya condenación estaba preanunciada desde hace mucho tiempo. Son impíos que hacen de la gracia de Dios un pretexto para su libertinaje y reniegan de nuestro único Dueño y Señor Jesucristo. (Judas 1, 4)
En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su preeminencia y abandonaron su propia morada, el Señor los tiene encadenados eternamente en las tinieblas para el Juicio del gran Día. (Judas 1, 6)
Ahora bien, el mismo arcángel Miguel, cuando se enfrentaba con el demonio y discutía con él, respecto del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir contra él ningún juicio injurioso, sino que dijo solamente: «Que el Señor te reprima». (Judas 1, 9)
Manténganse en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la Vida eterna. (Judas 1, 21)
al único Dios que es nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea la gloria, el honor, la fuerza y el poder, desde antes de todos los tiempos, ahora y para siempre. Amén. (Judas 1, 25)
Revelación de Jesucristo, que le fue confiada por Dios para enseñar a sus servidores lo que tiene que suceder pronto. Él envió a su Ángel para transmitírsela a su servidor Juan. (Apocalipsis 1, 1)
Este atestigua que todo lo que vio es Palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. (Apocalipsis 1, 2)
e hizo de nosotros un Reino sacerdotal para Dios, su Padre. ¡A él sea la gloria y el poder por los siglos de los siglos! Amén. (Apocalipsis 1, 6)
Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso. (Apocalipsis 1, 8)
Yo, Juan, hermano de ustedes, con quienes comparto las tribulaciones, el Reino y la espera perseverante en Jesús, estaba en la isla de Patmos, a causa de la Palabra de Dios y del testimonio de Jesús. (Apocalipsis 1, 9)
El que pueda entender, que entienda lo que el Espíritu dice a las Iglesias: al vencedor, le daré de comer del árbol de la vida, que se encuentra en el Paraíso de Dios». (Apocalipsis 2, 7)
Escribe al Ángel de la Iglesia de Tiatira: «El Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies semejantes al bronce fundido, afirma: (Apocalipsis 2, 18)