Encontrados 215 resultados para: mañana

  • A la mañana siguiente, el servidor del hombre de Dios se levantó de madrugada y salió. Y al ver que las tropas rodeaban la ciudad con caballos y carros de guerra, dijo a Eliseo: "Ay, señor, ¿cómo vamos a hacer?". (II Reyes 6, 15)

  • Luego añadió: "¿Qué te pasa?". Ella respondió: "Esta mujer me dijo: Trae a tu hijo; lo comeremos hoy, y mañana comeremos el mío. (II Reyes 6, 28)

  • Eliseo dijo entonces: "Escuchen la palabra del Señor: Así habla el Señor: Mañana, a esta misma hora, se venderá un balde de harina de la mejor calidad por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, en la Puerta de Samaría". (II Reyes 7, 1)

  • En efecto, cuando el hombre de Dios había dicho al rey: "Mañana, a esta misma hora, se venderá un balde de harina de la mejor calidad por un siclo, y dos baldes de cebada por el mismo precio, en la Puerta de Samaría", (II Reyes 7, 18)

  • Pero a la mañana siguiente tomó una manta, la empapó en agua y la extendió sobre el rostro del rey, hasta que murió. Jazael reinó en lugar de él. (II Reyes 8, 15)

  • Jehú les escribió una segunda carta, en la que decía: "Si están de parte mía y aceptan obedecerme, tomen las cabezas de todos los hijos de su señor y vengan a verme mañana a esta misma hora, a Izreel". Ahora bien, los setenta hijos del rey estaban repartidos entre las personas importantes de la ciudad, que los criaban. (II Reyes 10, 6)

  • Un mensajero fue entonces a informar a Jehú: "Han traído las cabezas de los hijos del rey". Él ordenó: "Expónganlas en dos montones a la entrada de la Puerta, hasta la mañana". (II Reyes 10, 8)

  • A la mañana, él salió y, puesto de pie, dijo a todo el pueblo: "Ustedes son inocentes. Yo conspiré contra mi señor y lo maté. Pero a todos estos, ¿quién los ultimó? (II Reyes 10, 9)

  • Luego el rey Ajaz dio esta orden al sacerdote Urías: "Sobre el altar grande harás arder el holocausto de la mañana y la oblación de la tarde, el holocausto del rey y su oblación, el holocausto de todo el pueblo del país, su oblación y sus libaciones; también lo rociarás con toda la sangre de los holocaustos y toda la sangre de los sacrificios. Del altar de bronce, me ocuparé yo". (II Reyes 16, 15)

  • Aquella misma noche, el Ángel del Señor salió e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres, que estaban muertos. (II Reyes 19, 35)

  • para que ofrecieran constantemente sacrificios al Señor en el altar de los holocaustos, por la mañana y por la tarde, según lo que está escrito en la Ley que el Señor dio a Israel. (I Crónicas 16, 40)

  • Tenían que presentarse cada mañana y cada tarde, para dar gracias y alabar al Señor. (I Crónicas 23, 30)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina