Encontrados 215 resultados para: mañana

  • A la mañana siguiente, se levantaron bien temprano y se postraron delante del Señor; luego regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella. (I Samuel 1, 19)

  • Samuel se quedó acostado hasta la mañana. Después abrió las puertas de la Casa del Señor, pero no se atrevía a contar la visión a Elí. (I Samuel 3, 15)

  • A la mañana siguiente, los asdoditas se levantaron bien temprano, y encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. Lo recogieron y lo volvieron a poner en su sitio. (I Samuel 5, 3)

  • Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco. (I Samuel 5, 4)

  • "Mañana, a la misma hora, te enviaré a un hombre del país de Benjamín; tú lo ungirás como jefe de mi pueblo Israel, y él salvará a mi pueblo del poder de los filisteos. Porque yo he visto la aflicción de mi pueblo, y su clamor ha llegado hasta mí". (I Samuel 9, 16)

  • "El vidente soy yo, respondió Samuel a Saúl; sube delante de mí al lugar alto. Hoy ustedes comerán conmigo. Mañana temprano te dejaré partir y responderé a todo lo que te preocupa. (I Samuel 9, 19)

  • Por la mañana, se levantaron de madrugada. Apenas despuntó el alba, Samuel llamó a Saúl en la azotea y le dijo: "Levántate, voy a dejarte partir". Saúl se levantó, y los dos, él y Samuel, salieron afuera. (I Samuel 9, 26)

  • Luego dijo a los mensajeros que habían venido: "Así hablarán a los hombres de Iabés en Galaad: ‘Mañana, a la hora en que más calienta el sol, serán socorridos’". Los mensajeros llevaron la noticia a los hombres de Iabés, y estos se llenaron de alegría. (I Samuel 11, 9)

  • Entonces los hombres de Iabés dijeron a Najás: "Mañana nos rendiremos a ustedes, y ustedes nos tratarán como mejor les parezca". (I Samuel 11, 10)

  • A la mañana siguiente, Saúl dividió al pueblo en tres grupos. Ellos irrumpieron en medio del campo en la vigilia de la mañana, y batieron a los amonitas hasta la hora de más calor. Los sobrevivientes se dispersaron de tal manera que no quedaron dos hombres juntos. (I Samuel 11, 11)

  • A la mañana temprano, Samuel partió al encuentro de Saúl, y le dieron esta información: "Saúl llegó a Carmel y allí se erigió una columna conmemorativa; luego dio la vuelta y siguió adelante para bajar a Guilgal". (I Samuel 15, 12)

  • Mientras tanto, el filisteo se adelantaba por la mañana y por la tarde, y así se presentó durante cuarenta días. (I Samuel 17, 16)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina