Encontrados 591 resultados para: nada me faltará

  • y dijo: "Si esta es la primera obra que realizan, nada de lo que se propongan hacer les resultará imposible, mientras formen un solo pueblo y todos hablen la misma lengua. (Génesis 11, 6)

  • que no tomaré nada de lo que te pertenece: ni siquiera el hilo o la correa de una sandalia. Así no podrás decir: ‘Yo enriquecí a Abrám’. (Génesis 14, 23)

  • No quiero nada para mí, fuera de lo que mis servidores han comido. Solamente los hombres que me han acompañado, Aner, Escol y Mamré, recibirán su parte". (Génesis 14, 24)

  • Yo tengo dos hijas que todavía son vírgenes. Se las traeré, y ustedes podrán hacer con ellas lo que mejor les parezca. Pero no hagan nada a esos hombres, ya que se han hospedado bajo mi techo". (Génesis 19, 8)

  • Pero apúrate; refúgiate en ella, porque no podré hacer nada hasta que llegues allí". Por eso la ciudad recibió el nombre de Soar, que significa "pequeño poblado". (Génesis 19, 22)

  • Este replicó: "No tengo idea de quién pudo haber hecho esto. Tú no me lo hiciste saber, y hasta ahora yo no me había enterado de nada". (Génesis 21, 26)

  • Cuando Isaac envejeció, sus ojos se debilitaron tanto que ya no veía nada. Entonces llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: "¡Hijo mío!". "Aquí estoy", respondió él. (Génesis 27, 1)

  • Y lleno de temor, añadió: "¡Qué temible es este lugar! Es nada menos que la casa de Dios y la puerta del cielo". (Génesis 28, 17)

  • "¿Qué debo darte en pago?", preguntó Labán. Y Jacob respondió: "No tendrás que pagarme nada. Si haces lo que te voy a proponer, yo volveré a apacentar tu rebaño y a ocuparme de él. (Génesis 30, 31)

  • Pero esa misma noche, Dios se apareció en sueños a Labán, el arameo, y le dijo: "Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob". (Génesis 31, 24)

  • Yo tengo poder suficiente para hacerles una mala jugada a todos ustedes. Sin embargo, ayer por la noche, el Dios de tu padre me dijo: ‘Cuidado con entrometerte para nada en los asuntos de Jacob’. (Génesis 31, 29)

  • Labán entró en la carpa de Jacob, en la de Lía, y en la de las dos esclavas, y no encontró nada. Al salir de la carpa de Lía, entró en la de Raquel. (Génesis 31, 33)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina