Encontrados 352 resultados para: noche

  • Si se enojan, no se dejen arrastrar al pecado ni permitan que la noche los sorprenda enojados, (Efesios 4, 26)

  • Recuerden, hermanos, nuestro trabajo y nuestra fatiga cuando les predicamos la Buena Noticia de Dios, trabajábamos día y noche para no serles una carga. (I Tesalonicenses 2, 9)

  • Día y noche, le pedimos con insistencia que podamos verlos de nuevo personalmente, para completar lo que todavía falta a su fe. (I Tesalonicenses 3, 10)

  • Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. (I Tesalonicenses 5, 2)

  • todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. (I Tesalonicenses 5, 5)

  • Los que duermen lo hacen de noche, y también los que se emborrachan. (I Tesalonicenses 5, 7)

  • y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al contrario, trabajábamos duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga para ninguno de ustedes. (II Tesalonicenses 3, 8)

  • Doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura al igual que mis antepasados, recordándote constantemente, de día y de noche, en mis oraciones. (II Timoteo 1, 3)

  • Cada uno de los cuatro Seres Vivientes tenía seis alas y estaba lleno de ojos por dentro y por fuera. Y repetían sin cesar, día y noche: «Santo, santo, santo es el Señor Dios, el Todopoderoso, el que era, el que es y el que viene». (Apocalipsis 4, 8)

  • Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y noche en su Templo. El que está sentado en el trono habitará con ellos: (Apocalipsis 7, 15)

  • Cuando el cuarto Ángel tocó la trompeta, se oscureció la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas. El día perdió la tercera parte de su luz, y lo mismo sucedió con la noche. (Apocalipsis 8, 12)

  • Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: «Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, el que día y noche los acusaba delante de nuestro Dios. (Apocalipsis 12, 10)


“O homem sem Deus é um ser mutilado”. São Padre Pio de Pietrelcina